viernes, 15 de octubre de 2010



Establecimiento valorado: EL DESVÁN DEL CARACOL.

Tipo de cocina: De mercado: Carne, pescado. Menú diario .

Dirección: Centro Comercial Independencia (El Caracol). Planta 1.

Tel. Reservas: 976 223 502.

Zona: Centro. Sector: Independencia.



Restaurante ubicado en pleno centro de la ciudad. En el tranquilo Centro Comercial Independencia, conocido popularmente desde hace años como “El Caracol” debido a su distribución interna circular. Esta ubicación privilegiada le otorga, además de un acceso cómodo, unas espléndidas vistas del paseo de la Independencia a través de las cristaleras de su amplio comedor. Éste, dependiendo de su configuración, tiene capacidad para acoger unos 90 comensales. La decoración es funcional y moderna, logrando un ambiente limpio y luminoso en el que predominan los tonos claros, el verde y el naranja. El comedor, en forma de ele invertida, alberga una zona dividida por el guardarropa que actúa a modo de reservado, con mesas vestidas con doble mantelería de algodón, espacio idóneo para una celebración familiar o de un grupo de hasta 25 personas. El resto de las mesas, con mantel de celulosa práctico y funcional. Mesas amplias y sillas cómodas de cuidado diseño. Dos armarios climatizados para vino. Vajilla Royal Porcelain de buena calidad.



“El Desván del Caracol” ofrece un menú diario a 12 euros que, a su comedido precio, proporciona un buen nivel de calidad y un maridaje con Montesierra tinto (D.O Somontano). También configura menús personalizados para grupos y celebraciones familiares y dispone de un menú tipo ejecutivo y de noche a 20 euros.


El maridaje para los platos a degustar será un Torrederos 2005 crianza (D.O. Ribera del Duero). Se trata de un monovarietal de tempranillo que ha reposado 12 meses en barrica de roble francés (40 %) y americano (60%). Además ha evolucionado en botella y en guarda. Presenta un color picota con ribete granate; con una capa media, no demasiado cubierto. En nariz muestra aroma a fruta negra madura, algo de cuero y pimienta. Con presencia de la madera, que se integra bien con la fruta. En boca es carnoso, con cuerpo, bastante largo, con taninos maduros y pulidos por el roble.


Panecillo individual mini-chapata crujiente y tostado que recuerda al pan casero.



LOS PLATOS.



Aperitivo de la casa.


El restaurante ofrece siempre un aperitivo (tanto en el menú diario como en la carta). En esta ocasión, un par de mini-hojaldres rellenos de salmón ahumado aromatizado con eneldo , crema de queso y gulas; acompañados de una mermelada de frutos rojos y una emulsión de aceite de oliva virgen extra. Con un hojaldre suave y crujiente, consigue un juego de texturas que completan el salmón y la cremosidad del queso. Un aperitivo bien resuelto a nivel visual.



Carpaccio de ternera con foie.


Un carpaccio de solomillo de ternera elaborado en la casa cubierto de finas virutas de foie y de queso semi-curado, aromatizado con perejil y acompañado de una bandeja con triángulos de pan de molde tostados. Observo un guiño aragonés con el paté de oliva negro decorando el borde del plato que sirve también para aportar un toque de sabor. Conviene dejarlo reposar un poco para que los ingredientes (todos fríos) suban un poco de temperatura para que el paladar los reciba en su punto. De nuevo tres texturas en un plato con una buena presentación que mejoraría dejando participar más a la carne (de excelente aspecto y muy fresca). Buen punto de sal y pan muy tierno a la par que tostado, dos aspectos a destacar.



Rodaballo fresco. (plato destacado).


Acompañado de patatas panadera. Una porción abundante de rodaballo fresco horneado y jugoso que se puede aliñar al gusto con un conjunto (en bandeja aparte) de elementos integrado por sal Maldon, pimentón dulce y aceite de oliva caliente aromatizado con ajo confitado y vinagre (un curioso orio). Una original forma de deconstruir parcialmente el plato para que el comensal lo termine de construir a su gusto. El rodaballo presenta un sabor intenso y una textura carnosa y jugosa (en su punto). Un plato que deseo destacar por su calidad, buena ración y que, además, mima la presentación visual. Lo recomiendo.


Ración individual de chuletón troceado.


Una carne de “vaca vieja” convenientemente oreada y muy bien presentada visualmente, creando una paleta de color con las guarniciones (el verde y el rojo de los pimientos, el verde oscuro de los trigueros y el amarillo del lecho de patatas panadera, nuevamente caseras). Adornado con un cordón de reducción de vinagre de Módena elaborado en la casa que aporta otro tono más al plato. Éste consigue además un juego integrado de texturas que el comensal puede combinar a su gusto jugando con la carne y sus guarniciones (en su punto de textura y plancha). El único punto a mejorar es la temperatura del plato, pues la carne troceada tiende a enfriarse en un proceso de mayor rapidez. Una carne de buen sabor y textura que aún admitiría, para mi gusto, mayor maduración, pero esto es una cuestión de gusto personal que no merma la calidad del género utilizado en la elaboración. Yo soy partidario de marcar en cocina y terminar en mesa al momento para que cada comensal le dé el punto personal a la carne (poco, al punto o muy hecha). Este plato, por sus características, se puede compartir tal cual o doblando la ración dependiendo de los comensales, pues es muy cómodo de tomar al ir ya troceado y cocinado.




POSTRE.


Sorbete de mandarina al vodka.


Un sorbete elaborado al momento en cantidad y presentación correcta. Proporción equilibrada de la presencia de alcohol, dulzor y fruta; con un intenso sabor a mandarina. Bien resuelto.



Servicio de café con tres tipos de endulzadores (azúcar normal, moreno y sobres de sacarina). Seis tipos de infusiones a disposición del cliente.






“El Desván del Caracol” es un restaurante que, tras su aspecto funcional y agradable (no aspira en modo alguno a integrar el segmento de los restaurantes de lujo) alberga una cocina elaborada y bien orquestada, con indudable profesionalidad e inquietud a la hora de cuidar la presentación y elaboración de los platos. En una clara línea de mercado que intenta agradar a todo tipo de público. Para ello, no descuida el aspecto de los precios (cuestión importante en este momento) sin que la calidad desmerezca en este difícil equilibrio. Otros aspecto a destacar son , sin duda, su inmejorable ubicación, ambiente tranquilo y hermosas vistas al Paseo de la Independencia, arteria principal de la ciudad. Local bien climatizado que dispone de armarios adecuados para la conservación y temperatura de los vinos. Pienso que en la línea de trabajo que se ha marcado, aunque puede pulir todavía algunos aspectos, “El Desván del Caracol” es una opción interesante tanto para familias, grupos, comidas de negocios y/o profesionales que busquen un lugar céntrico y tranquilo para disfrutar de una comida o cena.




El Desván del Caracol


Ubicación y entorno: 10

Ambiente y decoración: 7,5

Cantidad: 8,5

Calidad: 8,5

Global: 8, 625

jueves, 30 de septiembre de 2010


Establecimiento valorado: EL MAR AZUL.

Tipo de cocina: De mercado/casera: Especialidad en pescado y marisco fresco.

Dirección: c/ Andrés Piquer, 4. Tel. Reservas: 976 400 520/ 675 818 557.

Zona: San Francisco/Universidad. Sector: Plaza San Francisco. Fecha: 29/9/ 2010.



Restaurante ubicado muy próximo a la Plaza San Francisco, en una zona tranquila. Parking gratuito para clientes en la misma plaza. Al entrar encontramos un recibidor con una barra como zona de espera. El local se estructura en base a un sistema de varios comedores privados y un pequeño comedor principal. La finalidad es prestar un buen servicio a no más de 20 comensales, dotando a sus diversos espacios de intimidad cuidando la separación entre mesas. Mantelerías dobles, cubertería y cristalería moderna cuidando el diseño. Una decoración realmente agradable y acogedora jugando con los tonos de las paredes, la iluminación y los detalles (jarrones y adornos de mesa). Perfecto para parejas y también para celebraciones familiares o comidas de negocios debido a la elegancia y, al mismo tiempo, frescura del ambiente. Excelente climatización, pues era todavía caluroso el día de mi visita. La carta de vinos incluye cerca de sesenta referencias seleccionadas entre tintos, rosados, blancos, cavas y champagnes (Moët y Veuve Clicquot). Ésta incluye las cuatro denominaciones de vinos de Aragón, además de Rioja y Ribera de Duero. Con precios ajustados (desde 12 euros, a 42 de un Mancuso).


El Mar Azul, dentro de especialidad de pescado y marisco, ofrece cuatro tipos de menú (entre 30 y 50 euros con el IVA incluido) que también incluyen opciones de carne, además del pan , el vino y postre. Remarcar que el de 50 permite elegir platos de entre toda la carta.


Opto por degustar el menú numero 2 que por 33 euros incluye: Patatas a la riojana (entrante muy demandado que se puede pedir en cualquiera de los menús), ensalada de bogavante vivo cocido; un surtido de marisco fresco cocido compuesto por: cañaillas, mejillón de roca, cigala mediana, langostino de Vinaroz y gamba blanca de Huelva. Acompañado todo ello de dos salsas: mahonesa y romesco (típica de la costa mediterránea) realizada en la casa. Pan, vino y postre casero.


El maridaje permite dos opciones de vino blanco, optando por un Emina 2009. Se trata de un blanco de la variedad verdejo de Bodegas Emina. Presenta un color amarillo pálido con destellos brillantes. En nariz proporciona aromas cítricos y herbales, manzana verde y plátano. En boca es más afrutado y menos herbáceo que la mayoría de los verdejos; con una acidez controlada, graso y con cierta dulcedumbre. Presentado en cubitera con abundante hielo y a temperatura óptima de bodega.



LOS PLATOS.


Aperitivo de la casa.


Para abrir boca, El Mar Azul ofrece su característico aperitivo. Se trata de una croqueta casera de merluza de pincho en forma esférica. Presentación visual actual (en una cuchara curvada) que reúne tradición y vanguardia. Consigue un contraste de texturas (crujiente por fuera y tierna por dentro) Acompañada de un vasito con una suave vichyssoise igualmente casera (crema fría de puerros) emulsionada con oliva virgen extra, que aporta la textura líquida. Un aperitivo excelente que denota ya respeto en el tratamiento a una materia prima de calidad.


Patatas a la riojana.


El orígen riojano de la cocinera hace de este plato de cuchara, aparentemente sencillo, algo especial. Muy casero, con pimentón dulce y un chorizo que le da el toque picante. Unas patatas tiernas, casi melosas. Un sabor tradicional de los que ya resulta difícil encontrar. En cantidad correcta y con un gran sabor y textura. Sobresaliente.



Ensalada de bogavante cocido.


Muy bien presentada visualmente. Medio bogavante del Cantábrico por persona (vivo hasta momentos antes) acompañado de tomate cherry un mezclum de lechugas (escarola, lombarda, canónigo). Aliño con aceite de oliva virgen extra. Sobre un lecho de tomate pelado. Cocción del bogavante en su punto. Presenta una carne blanca, de excelente sabor y textura. Se puede tomar acompañado de mahonesa y romesco; o bien, al natural. Una ensalada muy agradable y con buena materia prima.



Fuente de marisco cocido.


Compuesta por mejillón de roca al vapor, langostino de Vinaroz, cañailla o caracol de mar, cigalas, y gambas blancas de Huelva. Salsas para acompañar: Mahonesa y romesco casero.


Cubertería específica para marisco para poder atacar perfectamente las cañaíllas y extraer o cortar la carne de la cáscara. Cada una de las variedades con su punto de cocción y sal muy acertado. Todo el marisco muy fresco y con un sabor intenso. Presentación muy limpia y ordenada en el plato. A destacar también la calidad y sabor de las salsas.



POSTRE.

Torrija y leche frita caseras.


Dos piezas en total. Un postre casero que, tanto en la leche frita como en la torrija, está elaborado y mimado con un buen hacer que logra un sabor y textura insuperables que recuperan los sabores de antaño. Se funden en la boca. Inmejorables e imprescindibles. Sin duda alguna, las mejores que he probado. Un postre muy destacable. De diez.



Café.


Frutado y aromático. Suave pero de sabor intenso. Acompañado de un carro giratorio de azúcares con sobres de azúcar blanco, terrones de moreno y sacarina.






El Mar Azul” es un restaurante que voy a destacar en esta sección especial por varias razones. Practica una cocina casera que, junto a la excelente materia prima (con especial hincapié en el pescado y marisco fresco presentado al comensal en un carro refrigerado), le da un sello de identidad propia que lo distingue de muchos otros restaurantes. A esto, se añade una decoración actual y sumamente agradable y un especial cuidado en proporcionar la máxima comodidad e intimidad al comensal. El precio moderado, teniendo en cuenta la calidad que ofrece este establecimiento, permite disfrutar de “El Mar Azul” desde 30 euros por persona (bodega y vino incluido). Un servicio cordial y profesional y la preocupación por presentar el vino de manera óptima, suman otro aspecto positivo a considerar. Además, un interés constante en trabajar un producto siempre fresco, de gran calidad, elaborado al momento con aceites de oliva virgen extra; tratado con mimo y sin alteraciones para que llegue al comensal en su punto óptimo de sabor y temperatura. Considero que “El Mar Azul” es un restaurante que les resultará sorprendente y agradable. Perfecto, tanto para una cena en pareja, como para una celebración familiar especial gracias a sus comedores privados.


El Mar Azul.

Ubicación y entorno:8

Ambiente y decoración: 9,75

Cantidad: 8,5

Calidad: 10

Global: 9,06

martes, 21 de septiembre de 2010

ARTÍCULO: LA SAL


Todo el mundo ha escuchado alguna vez expresiones del tipo: “qué salero tiene…”, “qué chica tan salada…”, “esto es la sal de la vida” o “¡Adiós salao!”, etc. Y es que, en efecto, la sal es algo presente e integrado en nuestras vidas desde tiempo inmemorial. Este compuesto químico (cloruro sódico), que cristaliza en el sistema cúbico, surgió de los mares como otras muchas sustancias y seres vivos. Además de cloro y sodio, las sales suelen llevar también magnesio, calcio, yodo y otras sustancias (como el azufre). La llevamos en nuestro cuerpo, donde el sodio es el encargado de regular la hidratación de nuestras células, y el yodo evita que podamos padecer la enfermedad del bocio. Hay que tomarla con cuidado, ya que su consumo excesivo es perjudicial para nuestra salud por la elevación de tensión arterial (la ingesta máxima se cifra entre 4 y 6 gramos al día). Las sales se forman por evaporación del agua salobre y podemos también extraerlas de rocas que forman parte de mares prehistóricos (es, posiblemente, el único mineral sólido comestible en estado puro). En Aragón podemos visitar las antiquísimas minas de sal gema de Remolinos (junto a Tauste, en la puerta de las Cinco Villas) que siguen actualmente en explotación.

En la antigua Roma la Vía Salaria era una de las más transitadas y existía la “ruta de la sal”, que era una de las más utilizadas por los mercaderes (como la ruta de la seda y, mucho tiempo después, la ruta del tabaco, título que da nombre a una de las películas del maestro John Ford en la que retrata la dura vida de los campesinos del sur de los Estados Unidos). A los soldados romanos se les recompensaba su esfuerzo mediante unas bolsitas de sal (salarium argentum) y, actualmente, el término salario sigue siendo sinónimo de sueldo o paga.

Centrándonos ya en la sal como elemento primordial que es de la gastronomía, hay que decir que, en los últimos años, este producto ha tenido una evolución muy rápida. Todos recordamos en nuestro hogar aquella sal “fina de mesa” cuando éramos niños. Años después, aparecieron en el mercado paquetes que especificaban que la sal era “yodada” o de procedencia “marina”. Hoy en día, el abanico de posibilidades que nos ofrecen algunos supermercados y tiendas especializadas de alimentación se ha ampliado mucho, y no es difícil encontrar sales (antes desconocidas) como la de Camargue o la ya famosa (por su uso en buenos restaurantes) sal Maldon. Vamos a hablar un poco de estos diferentes tipos de sales. La primera que he citado (la de Camargue) es una sal francesa que se cultiva en una de las mayores explotaciones del mundo. Toma su nombre de la propia localidad y se extrae por la evaporación que producen sol y viento en unas enormes salinas marinas. Se presenta en granos gruesos, en blancos cristales de distintos tamaños, y proporciona un delicioso sabor a carnes y pescados a la plancha.

La nombrada sal Maldon, proviene del condado británico de Essex (también es conocida como sal de Essex). Sólo se cultiva en aquellos años en los que las condiciones climáticas permiten que se formen, sobre los depósitos de aguas salinas, unas finas capas de cristales planos. Su aspecto se asemejaría a pequeñas escamas blancas o copos de nieve.

Otra sal, procedente de Francia, es la flor de sal de Guerandais. Elaborada por un reducido grupo de cosechadores de sal de los pantanos marinos del mismo nombre, se extrae mediante un lento y delicado proceso artesanal que desvía el agua marina (capturada en marea alta) a través de una compleja red de canaletas hasta que llega a unas piscinas donde es decantada. Allí reposa hasta que se forma una ligera costra de color gris en la que residen los cristales de sal más deliciosos. En los bordes de estos depósitos adquiere un color blanco y es de cristales más finos (constituyendo otra variedad).

Existen también sales ahumadas (normalmente con distintas variedades de madera de roble), como la de Gales, que adquieren una ligera tonalidad tostada y pueden también ser condimentadas con especias ( lo que abre un amplio muestrario de opciones a la hora de decorar alimentos y platos).

Por último, querría hablar de algunas sales consideradas casi “de leyenda”, como la sal de Oshima ( de muy escasa producción). Se cultiva en la homónima isla japonesa, no demasiado lejos de Tokio, y luce una azul etiqueta como inequívoco signo de identidad.

La sal del Himalaya es otra sustancia rodeada de un halo de misterio y exclusividad. Se encuentra cristalizada desde hace más de 200 millones de años en algunas montañas de la cordillera del Himalaya. No faltan quienes le atribuyen propiedades curativas y cuasi mágicas, como que su ingesta podría alargar la esperanza de vida de quien la consuma (¿se acuerdan de la película “Horizontes Perdidos” de Frank Capra?). No se inquieten. Seguramente se tratará de una superstición como la de que “tirar la sal trae mala suerte”.

Queridas amigas/os, no se “niegen el pan y la sal” y anímense a descubrir y probar estos diferentes tipos de sabrosos condimentos que, no lo olviden, también les ayudarán a rematar la presentación de sus platos.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

EL TRASGO (SIDRERÍA ASTURIANA)





Establecimiento valorado: EL TRASGO (SIDRERÍA ASTURIANA).
Tipo de cocina: De mercado: Carnes rojas, menú de sidrería. / De autor
Dirección: c/ Pamplona Escudero, 28. Tel. Reservas: 976 352 007.
Zona: Avda. Valencia /Cortes de Aragón

Fecha: 2 de septiembre de 2010.

Local ubicado entre la zona universitaria y la avenida de Valencia. Señalar que no depende de la casa de Asturias, que tiene su sede social en una planta inferior. Muy bien climatizado. Decoración acorde a su denominación de sidrería, con bancos y sillas de madera, pero con un aire actualizado y moderno. Un panel de escudos de cerámica de diversos municipios de Asturias, plantas artificiales y una galería de cuadros originales, junto con apliques y lámparas que lo dotan de una iluminación agradable, conforman el estilo del restaurante. Zona de barra con pinchos en la entrada, perfectamente separada del comedor por una puerta acristalada. La sala alberga capacidad para unos 50-60 comensales. Separación entre mesas correcta, aunque un poco justa en algunos puntos. Manteles individuales con servilletas de tela. Cristalería con copas para vino de diseño moderno adecuadas para el disfrute del vino (un detalle a considerar). Carta de vinos con unas cien referencias de vinos del mundo(Argentina , Chile, California y Australia) y de las D.O españolas (todas las D.O aragonesas, Rioja, Ribera del Duero y Toro). Blancos Chablis franceses (chardonnay de esta localidad del norte de Borgoña) y Riesling alemán. También unos excelentes blancos de la casa Lurton que recomiendo probar; varias de cava y de champagne francés. También vino de manzana y sidra típicamente asturiana.

Una generosa rebanada de pan de hogaza casero tostado en horno con aceite de oliva arbequina y una emulsión de tomate y berenjena asados en horno de leña. Visualmente atractivo, en forma de tronco de árbol. Crujiente y con un sabor que sorprende. Cubertería funcional de acero inoxidable 18/10 y especial cuidado por el cuchillo chuletero para carne. Excelente y moderna vajilla Villeroy and Bosch. Procedo a degustar varios platos, muchos de ellos de nueva creación. He de señalar, como ya indiqué en el epígrafe de tipo de cocina, que “El Trasgo” practica una línea de cocina de autor con platos innovadores, además de la básica de sidrería.


Los maridajes se darán por copas con distintos vinos, comenzando por un Artadi tempranillo de 2008. Un vino joven de la afamada Bodegas Artadi (Laguardia, Álava) de la D.O Rioja ,que presenta un color rojo con ribete violáceo. Intensa fruta roja en nariz. En boca vuelve a desbordar fruta, con unos taninos vivos que demuestran su juventud. Un vino que considero, por sus características, debe servirse en verano sobre 14 grados.


LOS PLATOS (casi todos de nueva incorporación a la carta).

Rabo de toro con albaricoque a la plancha y humo de vino tinto.

De entrada, una presentación visual espectacular que intenta sorprender al comensal desde el primer momento con ese humo de vino tinto orientado hacia su nariz y que brota de una especie de matraz inclinado que contiene el vino en el fondo. En la zona superior, se sitúa la carne con una capa de albaricoque plancheado que ejerce de contraste con su textura suave. La carne, de calidad, muy melosa y en su punto, conserva el sabor a vino tinto que nos ha entrado “por la nariz” en un principio. Un plato que denota vanguardia desde un primer momento pero sin olvidar el guiño hacia lo tradicional y el respeto al producto.

Parrillada de verduras en tempura.

Presentada en formas cuadradas individuales que contienen los distintos tipos de verduritas (pimiento verde y rojo, berenjena, espárrago verde y cebolla), sobre una gran fuente ovalada, en una composición que juega con las formas geométricas. La propia fuente alberga dos salseras con dos tipos de salsas caseras diferentes: de calabacín (suave) y de ostras (más sabrosa y potente). El plato presenta un contraste muy marcado entre la tempura (muy crujiente) y el extremadamente suave de las verduras en su interior, que aparecen como una mousse. Destaco, en especial, el sabor de las piezas de cebolla y pimiento rojo.

Salmón fresco ahumado y cocinado a baja temperatura.

Maridado con una copa de Cojón de Gato blanco 2009 Gewürztraminer de Bodegas Val de Isábena (D.O. Somontano). Presenta un color amarillo dorado brillante. En nariz presenta flores blancas y algo de cítricos procedentes de cierta presencia de la chardonnay; no es por tanto un monovarietal. En boca presenta una acidez algo elevada con ciertas aristas y un final que podría ser más largo. Servido a temperatura correcta. El salmón de presenta con una composición visual atractiva, en una buena ración, sobre un fondo de crema de guisantes decorado con grosellas naturales. Luce una “piel” elaborada a base de almendras tostadas que recuerdan a las escamas naturales del pescado. Decorado con una ramita de cebollino. Un plato que presenta cuatro colores y tres texturas en contraste; siendo la carnosa y suave del salmón con la crujiente de la “piel” de almendras la que más me ha gustado. Un plato que destaco y que me ha parecido muy bien conseguido. La suavidad de la crema natural de guisantes y el toque refrescante de las grosellas terminan de configurar la arquitectura de este plato.

Arroz “prohibido”.

Un arroz de la variedad “venere”, que es negro de origen. En la antigüa China estaba reservado a los emperadores y estaba prohibido que otros lo consumieran (por eso es conocido como “arroz del emperador” o “arroz prohibido”).El nombre de Venere hace alusión a Venus, la diosa romana del amor. El arroz se presenta de una forma visualmente muy atractiva en el plato, acompañado de boletus e hígado de pato a la plancha, su salsa en forma de polenta suave y cremosa, y en una ración generosa.Un arroz que sorprende por su particular sabor tostado y ligeramente amargo y que combina a la perfección con las setas y el foie. Lo recomiendo para comensales que busquen emociones fuertes y algo distinto en arroz.

Carrillera de buey braseada con espuma de bitter.

Una carrillera diferente. Confitada a baja temperatura. Maridada con una copa de Ramón Bilbao 2006 tempranillo edición limitada. Presenta un color rojo picota y una capa alta, bien cubierto. En nariz ofrece fruta negra madura y tonos tostados, cremosos y avainillados procedentes de las barricas de roble de Allier y de Virginia que le han dado la crianza. En boca es franco, sin aristas, con la madera bien ensamblada con la fruta y un retronasal con recuerdos balsámicos. Un plato arriesgado que, de nuevo, me ha vuelto a sorprender y me ha gustado mucho. Denota autoría y vanguardia; con esa espuma de bitter que le da un toque amargo y que se convierte en una salsa en el fondo del plato que recrea a la sangre de la propia carne. Un producto de gran calidad, auténtico buey, con un sabor espectacular y una textura tierna y lograda.

POSTRE.

Acompañado de un Moscato D´Asti 2008 de Bodegas Batasiolo (pueden consultar, si lo desean, batasiolo.com). Tiene tan solo 5,5 grados de alcohol. Presenta un color amarillo muy pajizo, con diminutas burbujas. En nariz ofrece fruta dulce (albaricoque, melocotón) que se plasma con mayor intensidad en boca, donde se revela fresco, frutoso y chispeante debido al carbónico.

Melón braseado con helado de foie, caramelo de azúcar de remolacha y pétalos de rosa.

Un postre visualmente impactante, acompañado de un agua de rosas que impregna todo en forma de humo a base de rosa natural caramelizada y liofilizada. Sorprende ese sabor a rosas rojas de la salsa y un conjunto de muy diversas texturas (la del helado, el melón con parte de su piel, la teja de caramelo y la propia salsa). Cantidad abundante y una sinfonía de sabores que configuran un postre diferente que, nuevamente, debo destacar por su originalidad.

Café Illi ,compuesto por 8 variedades diferentes de café.

Aromático. De sabor intenso y complejo. Muy bueno.



El Trasgo” es un restaurante que tiene su vertiente de sidrería con una cocina de mercado mas, en un segundo nivel, al que se accede a través de su menú de degustación o carta, logra sorprender con un difícil equilibrio entre vanguardia y esa cocina de mercado ya citada. Con un producto de gran calidad, tratado con mimo y profesionalidad para innovar y atraer la atención del comensal. Sin defraudar en cuanto a cantidades, textura y sabor en los platos. A mí, encontrar este buen hacer (sin duda vocacional, porque tiene que apasionarte), además de sorprenderme, me ha parecido realmente meritorio en una ciudad como la nuestra. Hay que reconocer el esfuerzo de investigación y de creación por parte del chef, así como su respeto al buen producto, a la presentación de los platos y a la calidad de los mismos. Merece la pena que los prueben y que, luego, juzguen ustedes mismos. “El Trasgo”, sin duda, alberga un espacio a descubrir para disfrutar con los cinco sentidos de la gastronomía.

El Trasgo (sidrería asturiana).

Ubicación y entorno: 7
Ambiente y decoración: 7, 75
Cantidad: 8,75.
Calidad: 9,5.
Global: 8,25

sábado, 28 de agosto de 2010



Establecimiento valorado: PIZZERIA IL PENSIERO. Zaragoza.

Tipo de cocina: Italiana: Ensaladas, lasagna, pizzas, y creps.

Dirección: c/ Arzobispo Apaolaza, 5. Tel. Reservas: 976 354 862.

Zona: Pza. San Francisco/Universidad.


Fecha: 25 de agosto de 2010.



Local ubicado junto a la plaza San Francisco. Bien climatizado. Decoración moderna y minimalista. Estilo retro años 60 con aires de psicodelia. Manteles individuales de vinilo. Ambiente limpio, claro y luminoso. Lámparas de pie. Algunos cuadros en las paredes. Música ambiental de fondo (clásica, jazz, bandas sonoras de películas). Comedor para unas 25 plazas. Servilletas de papel. Cubertería de diseño moderno. Numerosos elementos de diseño sueco de una conocida marca.


Carta de vinos con 22 referencias de D.O Aragón, La Rioja y Navarra, (algo a destacar pues es poco usual en un establecimiento de este tipo de cocina): 10 tintos, 8 (rosados y blancos) ; 3 cavas y un champagne). Además, el típico Lambrusco en sus tres variedades: tinto, rosado y blanco). El Lambrusco es un tipo de cepa de numerosas variedades que da nombre a un tipo de vinos italianos de la zona norte del país, la Emilia-Romagna, concretamente en las provincias de Módena, Parma y Reggio Emilia. Del mismo vino existen cuatro denominaciones de origen: Lambrusco Grasparossa di Castelvetro, Lambrusco di Sorbara, Lambrusco Salamino di Santa Croce, y Lambrusco Reggiano. El vino elegido para maridar de trata de un Lambrusco Bucetto Dell Emilia, de la bodega Vini Bentivoglio, en Gualtieri (Italia). Tiene 7,5 grados de alcohol y debe tomarse a la temperatura de un vino blanco (entre 6 y no más de 10). Se obtiene por la fermentación del mosto en cuba cerrada. Es un blanco semi-dulce gasificado, como el vino de aguja. Es presentado en la mesa procedente de cámara y colocado en una cubitera con hielo. El local, de reciente apertura, no dispone todavía de mueble climatizado para vinos pero piensa incorporarlo. Este Lambrusco Bucetto presenta un color amarillo pajizo. Limpio, intenta formar una ligera corona en el centro. En nariz, muestra aromas cítricos y manzana verde. En boca es dulce, goloso, frutoso, achampañado, con manzana verde y sidra concentrada.


Como pan, la casa presenta un focaccia (de focacha, hogaza en italiano), en esta ocasión de cebolla y sazonado con sal.


La carta de “Il Pensiero” consta de 9 primeros (entre ellos, varias ensaladas), 7 segundos (empanadillas, lasagna, moussaka, milanesas), 20 clases distintas de pizzas (su punto fuerte, entre 9 y 11,85) de unos 30 centímetros de diámetro. También para llevar. Procedo a valorar varios platos, utilizando para las pizzas la opción de porciones.


LOS PLATOS.


Ensalada Il Pensiero.


Un mezclum bastante variado (hoja de roble, rúcula, berro y espinaca), con tomate cherry, olivas negras deshuesadas, alcachofa a la parrilla, daditos de mozzarella y abundantes virutas de jamón ibérico (seguramente de recebo). Aliño a gusto del cliente: 2 vinagres (Jerez reserva envejecido en roble) y Módena. 7 y 6 grados de acidez respectivamente. Aceite oliva virgen extra. Sal fina de mesa en salero. La ensalada se presenta en un bol. Limpia y libre de humedad.. Cantidad generosa. Cinco colores en el plato (rojo, granate, morado , verde y negro). La presentación visual es correcta pero mejorable. Destaco el sabor conjunto, la calidad del jamón y la buena relación calidad-precio de este plato.



Empanadillas horneadas (atún y carne).


Dos empanadillas de masa casera horneadas, recién hechas, de buen tamaño y bastante rellenas. La de atún, contiene pimiento rojo, oliva negra, huevo duro, cebolla. Una masa crujiente y sabor sobresaliente La de carne, de igual masa. Con un ligero toque picante. Para mí, un poquito inferior a la de atún, pero de una calidad indudable.


Porciones de pizza (3 variedades: Napolitana, Sarda y Musaka).


Una masa crujiente y casera, realmente conseguida. Bien cargadas y con todos los ingredientes naturales.

Napolitana: Destaco la salsa de tomate casera. Por sí sola, viste la pizza y se marida con el queso a la perfección. Un toque de ajo da la guinda a esta pizza. Sobresaliente.

Sarda:No llega a la cima del sabor que la anterior, pero alcanza un notable. Idéntica masa.

Musaka: Una pizza sabrosa, especiada y ligeramente picante, que recuerda al famoso plato mediterráneo. Hará las delicias del que quiera un sabor más contundente. Otro sobresaliente.


Milanesa (carne).


Redondo de ternera empanado y cocinado al horno con salsa de tomate y mozzarella. Podría estar la carne más jugosa por dentro, pero la buena salsa de tomate casera y el queso le dan vida. Un plato que , para mí, pueden mejorar. El tomate es un recurso demasiado fácil para un plato de carne que tiene un gran peso en la carta al no existir la opción de entrecot o solomillo. Buen sabor en conjunto.


POSTRES.


“Il Pensiero” dispone de sorbetes (limón, mandarina y fresas mediterráneas), crêpes (entre 3,80 y 6,50), helados (una bola, dos o tres, desde 3,25) y copas de helado combinadas: Don Pedro, Macchiatto y Blanco y Negro especial (entre 4,25 y 6,25). Los helados no están elaborados en la casa pero proceden de una marca consolidada.


Sorbete de limón.


Correcto. Cremoso. Buen sabor a limón, tirando más hacia el tono dulce que al ácido. Se pueden combinar hasta tres sabores (uno por bola).



Considero que la pizzeria “Il Pensiero”, es un establecimiento que, en su juventud, puede y debe mejorar en algunos aspectos, pero lo que es indudable es que tiene un punto, a mi entender, que le hace destacarse dentro del panorama de este tipo de restaurantes en Zaragoza. Las masas caseras (tanto de las empanadillas, como, en especial, de las pizzas), junto a la salsa de tomate, también casera, (excelente) y al cuidado en los ingredientes que la cubren, logran unas pizzas que, ahora mismo, pueden ser las mejores de la ciudad. Además, a un precio razonable, teniendo en cuenta su carácter artesano. Aunque, a priori, pueda parecer un local de “comida rápida” (si tiene usted prisa, es ya una cuestión puntual), “Il Pensiero” trabaja de manera artesana y, con esa misma filosofía, permite que el comensal disfrute sin agobiarle con el tiempo. Su decoración funcional , agradable y actual, cumple con su cometido, al igual que la ambientación musical. Atención cordial y preocupación por la satisfacción final del cliente. Licores italianos digestivos para quien desee finalizar así su comida o cena (Fernet-Branca, Limoncello o Amaro; de entre 30 y 40 grados). Un lugar diferente y tranquilo que rompe con la imagen de franquicia que se ha impuesto. Una opción original y distinta.


Pizzeria “Il Pensiero”.


Ubicación y entorno: 8,5

Ambiente y decoración: 6

Cantidad: 8.

Calidad: 8,5.

Global: 7,75

miércoles, 25 de agosto de 2010




Establecimiento valorado: LOS CAPRICHOS DEL BUFÓN.

Tipo de cocina: De mercado: Carnes, pescados y arroces.

Dirección: c/ San Miguel, 43. Tel. Reservas: 976 219 643.

Zona: Centro/Casco histórico (sector Coso/San Miguel)


Fecha: 21 de agosto de 2010.


Local ubicado en la céntrica y peatonal calle San Miguel. Dos plantas. Bien climatizado. Decoración muy cuidada y personal, con numerosos objetos y cuadros de la colección particular de su propietario. Pinturas y relojes antiguos en las paredes, prensas, alambiques, también muebles como un bargueño o un órgano. Separación muy correcta entre mesas para una buena intimidad para el comensal. Este es un aspecto que se ha cuidado especialmente. Ambiente muy acogedor. Mesas vestidas con doble mantelería de algodón: blanco sobre sepia oscuro. Comedor en la planta superior (unas 35 plazas). Zona polivalente con mesas y espacio de barra en la planta calle.


Cristalería funcional. Copas bordelesas, ofreciendo al cliente copa de tamaño reserva para disfrute del vino (un detalle a considerar) Carta de vinos con más de 315 referencias de las D.O españolas. También vinos del mundo, cava y champagne francés. Presentada en un notebook, algo novedoso, impactante y cómodo. Con un concepto gourmet, “Los Caprichos del Bufón” ha optado por una fórmula abierta que está empezando a despegar como una clara tendencia. Ello permite comer o cenar combinando tapas, raciones y/o medias raciones con platos de carta al estilo tradicional. Ensaladas, entrantes, carnes, pescados y arroces (también elaborados en curiosas cataplanas). En la zona de barra se muestran las tapas del día, con una presentación impecable, que invita a consumirlas. Otro punto interesante es el maridaje por copas o con varias cervezas de barril (nacionales y alemanas,desde tipo pils a negra).


Rebanadas de pan de hogaza casero realmente bueno. Tierno por dentro y crujiente por fuera. Cubertería moderna y funcional de acero 18/10. Buen cuchillo chuletero para carne.


El vino elegido en esta ocasión es un César Príncipe 2006, de la D.O. Cigales (entre Valladolid y Palencia. De Bodegas César Príncipe (Fuensaldaña, Valladolid). Se trata de un monovarietal de tempranillo de viñedos de más de 50 años. Con una crianza de 15 meses en barrica de roble. Más evolucionado en botella gracias a la guarda. Sin estar sometido a filtrado, no obstante, se presenta limpio, sin sedimentos. Presenta un color grosella con ribete granate y una capa alta. En nariz, muestra tonos minerales y balsámicos, fruta compotada y pimienta negra; con tonos tostados procedentes de la madera. El carácter mineral se ve reforzado en boca, resultando sabroso, intenso, persistente, con marcado carácter de terroir. Un vino con personalidad. Servido a temperatura correcta. Destacar que el restaurante y sus responsables muestran auténtica pasión por el vino, albergando numerosos armarios climatizados y enfriadores de barra en la planta inferior.


Procedo a valorar varios platos mediante la opción de media ración e incluso tapa en un momento dado (en el caso del erizo de mar).



LOS PLATOS.


Espuma de borraja con sorpresa de arenque.


Presentada en copa. A una temperatura tibia. Visualmente divertido. Una espuma de borraja que contiene también germinados de soja que le dan un contrapunto de amargor. Las huevas de arenque en el fondo le aportan contraste de color (crema/negro) dibujando un mosaico en la copa. Le aportan la sal en una fusión de mar y tierra. También contraste de texturas (espuma, líquida y carnosa) para un plato con indudable sello de vanguardia que homenajea algo tan propio y aragonés como la borraja.


Arroz meloso con boletus.


Presentado en plato de moderno diseño. Espolvoreado con un poco de cebollino. Predominio de tonos tierra y marrones. El arroz (de la variedad bomba), meloso, en su punto, ligeramente “al dente” que contrasta en textura con la carnosidad de la seta boletus. Éstas, se presentan jugosas por dentro. Un plato de cuchara bien elaborado, con un cierto toque de vanguardia, que demuestra un gran respeto por el producto.


Erizo en su carne (tapa).


Presentado en su caparazón natural, que ya le da una indudable fuerza visual. Una mousse de erizo de mar con un toque especiado. Elaborado en su coral y con una fritada de verduritas. Bien trabajado. Una tapa de altura.


Carpaccio de atún de almadraba sobre aguacate.


Media ración de carpaccio de atún rojo sobre una cama de tomate rallado y finas láminas de aguacate. Aliñado con aceite de oliva virgen extra. Composición visual del plato en forma de rombo dentro del círculo del bajo-plato. Tres colores, cuatro si contamos el blanco del fondo de vajilla. Un atún con un sabor ahumado, intenso, que combina a la perfección con el tomate y el aguacate. Otro plato que simboliza la fusión de mar y tierra , esta vez con gran fuerza. Un plato que destaco especialmente por su sabor y perfecta simbiosis de elementos. Bordado. Aparentemente sencillo pero que esconde complejidad. Se ha conseguido la belleza de la simplicidad, como en un haiku.


Chuletón de morucha.


Marcado en cocina y sazonado con sal Maldon. Plato visualmente llamativo y divertido. El comensal lo termina a su gusto en la mesa sobre una piedra alimentada por fuego. Una carne sabrosa de gran calidad, en su punto de maduración. Bien preparada. Presentada en una bandeja metálica. Limpia de hueso y fileteada. Sobresaliente en presencia y sabor.





POSTRE.

Fardelejo con base de manzana.


Un plato de origen árabe (también conocido como fardalejo), aparentemente sencillo, presentado en dos texturas (crujiente del hojaldre y carnosa de la manzana). Una masa que adopta la forma de una empanadilla rectangular con sabor a almendra y acompañada de manzana confitada. Buena combinación. Un guiño a lo tradicional con una presentación moderna.




Los Caprichos del Bufón”, bajo la denominación de gastro-bar, me parece algo más que eso. Lo es, porque tiene una zona de barra donde se pueden disfrutar y maridar distintas tapas y raciones. Pero también es un restaurante. Un restaurante serio (y no porque sea estirado su personal, todo lo contrario). Serio, porque trata al cliente, el producto y el vino con gran profesionalidad y con honestidad. Serio porque hay un cocinero de peso en los fogones, y un servicio en sala atento y cordial. Un local que, dentro de una tendencia que parece consolidarse, apuesta por una fórmula abierta que ofrece al comensal múltiples maridajes (tapa/ración/plato de carta) acompañados de variadas cervezas y más de 300 vinos (ahí es nada). En un marco agradable, limpio y cómodo, que invita a disfrutar con los cinco sentidos. Con un comedor en la planta superior en el que se ha optado por dar al comensal el espacio que merece. Me he llevado una impresión muy grata de un establecimiento que, para mí, si continúa con su línea de buen hacer, va a ir a más.



Los Caprichos del Bufón.


Ubicación y entorno: 9

Ambiente y decoración: 9,5

Cantidad: 8.

Calidad: 9,25.

Global: 8,93

miércoles, 11 de agosto de 2010



Establecimiento valorado: STEMAR.

Tipo de cocina: De mercado: Especialidad en pescado y arroces.

Dirección: Plaza San Pedro Nolasco, 1. Tel. Reservas: 976 204 127.

Zona: Casco histórico (sector Don Jaime)


Fecha: 9 de agosto de 2010.



Local ubicado en la céntrica y bonita plaza San Pedro Nolasco. Climatizado. Decoración agradable. Murales y cuadros en las paredes. Separación correcta, en algunos puntos algo justa, entre mesas vestidas con manteles de algodón en tono burdeos y caminos de mesa en blanco. La barra va en paralelo a una parte de la zona de mesas. Comedor interior (unos 40 comensales) y tranquila terraza cenador exterior a la plaza. Unas setenta plazas en total. Local muy concurrido, lo que hace imprescindible la reserva. Cristalería funcional. Copas bordelesas. Oferta de vinos con más de 50 referencias de las D.O españolas (en especial Aragón , Rioja y Ribera de Duero).También cava y champagne francés. Con una filosofía gourmet, Stemar no es un restaurante al uso. Ofrece una fórmula abierta mediante la cual, se puede comer o cenar combinando tapas o cazuelas con platos más contundentes. Ensaladas, carnes, pescados y arroces (también caldereta de bogavante con patatas). Otro punto interesante es el maridaje por copas, lo que permite probar distintos vinos y disfrutar de un blanco con un pescado y de una carne con uno o varios tintos si se desea cambiar de vino. La horquilla de precios de vino por copas va de 1,5 a 2, 2,5, 3, 3,5, 4 y 5,95. En ocasiones también vinos especiales, como un Tinto Valbuena de bodegasVega Sicilia. Los vinos van rotando, entrando nuevos con cierta periodicidad.


Agua mineral Aquabona. Baja en sodio (1,6 mg). Procedente del manantial de Fuen Mayor (Cañizar del Olivar, Teruel). En botellín de un cuarto de litro. Para saber más sobre aguas minerales pueden consultar la página aquapedia.es


El Stemar ofrece, a través de pizarras a la vista, lo que tiene cada día en función de las existencias de producto y el mercado. Destacando platos como el atún rojo de almadraba (12 euros), merluza “Gaudí” (14), Cocochas (15). Solomillo con foie (17), Carrilleras (13) y Arroz con bogavante o en caldereta (18 euros por persona).


Procedo a valorar varios platos eligiendo, en varios casos, la interesante opción de media ración que es posible tanto en la paletilla de conejo (por su tamaño) como en el arroz con hongos, dos de los tres por los que me he decidido.


LOS PLATOS.


Paletilla de conejo. (se presenta de entrada como una media ración).


Presentada en bandeja alargada a modo de tapa-ración. Una porción de pierna de conejo que corresponde a la paletilla, cubierta por una loncha de jamón ibérico plancheado y con media patata asada de guarnición. La carne está aromatizada con trufa rallada y cebollino y se ha guisado con una reducción de vino de garnacha. Está tierna y se separa del hueso con facilidad. Presenta un aroma intenso y un sabor potente que recuerda al conejo de monte guisado. Una presentación visual sencilla pero atractiva de un plato que ofrece tres texturas, siendo la loncha de jamón la que le aporta el toque crujiente. La trufa realmente “sabe “ a lo que es, de lo cual deduzco que es de la variedad melanosporum. Decido maridar la paletilla con una copa de Fagus de Coto de Hayas de D.O Campo de Borja. Algo justo de temperatura. Un monovarietal de garnacha complejo en nariz, con fruta madura y matices achocolatados. En boca es goloso, carnoso y cremoso, con cierta dulcedumbre de la garnacha. Con los taninos perfectamente pulidos. Uno de mis vinos favoritos de Aragón. Marida perfectamente con esa carne blanca pero de sabor contundente. Un plato para mí, conseguido, que cumple su papel de recordar a esos guisos caseros de antaño. La trufa le da el toque de modernidad y sofisticación.


Bacalao confitado con yemas de espárrago y huevo frito (“Alcalde”). Ración completa.


Más que curioso nombre para un plato que vuelve a presentar un fondo de trufa y que va aromatizado por una ramita de perejil y cebolllino finamente picado. También lleva un poquito de pimiento rojo. El bacalao “toca los huevos” pues va junto a él, así como las puntas de espárrago, de ahí el gracioso nombrecito del plato en homenaje a la clase política española. Una buena porción de lomo de bacalao tierno, bien desalado, acompañado de dos gruesas yemas de espárragos de conserva de y un huevo frito con una yema anaranjada sabrosa y líquida con sabor intenso. Con una base de aliño en la que se nota el sabor a trufa. Cuatro colores en el plato.Un resultado de indudable calidad que me ha gustado mucho. Podría mejorarse si los espárragos fuesen frescos, lo que puede hacerse en temporada del producto (de finales de marzo a junio). Buena relación cantidad-calidad-precio.


Arroz con hongos y foie. (media ración)


Una salsa de hongos elaborada con varias clases, a modo de fumet, consigue darle al arroz un intenso sabor a una setas. Presentado a modo de risotto con un filete de foie fresco a la plancha bien desvenado y de calidad que liga muy bien con el plato y le confiere fuerza y sabor. Marido el plato con una copa de Lan crianza 2006(D.O. Rioja). Presenta aroma a fruta roja madura. En boca es carnoso, con la madera bien ensamblada con esa fruta, con la acidez controlada, fácil de beber. Un Rioja clásico. El arroz está meloso, es de la variedad “bomba”, y está en buen punto de cocción. Aparacen también trocitos de boletus, seta de textura muy carnosa que se complementa perfectamente con el foie. También observo láminas de trufa negra que le dan un matiz muy interesante al plato. Para ser media ración es más que suficiente para una persona (la completa sale por 10 euros y la pueden compartir perfectamente 2-3 personas) Buen punto de sal. Un plato sabroso y original que hará las delicias de los amantes del arroz.


POSTRE.


Postre-degustación detalle.


El establecimiento ofrece un postre que obsequia al cliente como detalle al final de la comida o cena, y que va variando cada cierto tiempo cuando lo estima oportuno, según la aceptación de la clientela. Una fórmula diferente que forma parte del sello personal de Stemar.



El Stemar es un establecimiento que se escapa de cánones. Una dirección que denota experiencia en el campo de la hostelería. Platos elaborados que alternan lo tradicional con la vanguardia (como la tapa del bombón de oro con foie que se puede tomar de aperitivo). El maridaje por copas permite crear a nuestra medida un menú personalizado, aunque se puede optar perfectamente por pedir botella. Un servicio joven, cordial y amable atiende pendiente de las necesidades del cliente. Cocina a la vista para que el comensal pueda observar, si le apetece, cómo se trabaja en tiempo real. Precio medio por comensal sobre 25-30 euros, dependiendo siempre de factores adicionales como el vino a degustar. Si no queremos que pase de ahí, podemos acogernos a la opción de tomarlo por copas. Cocina de mercado que busca ofrecer el producto de calidad en un ambiente acogedor y desenfadado. Interés por mostrar y servir gran variedad de vinos. Disponen de armarios climatizados. Cuenta con una zona más tranquila a modo de reservado al final del comedor. La terraza , situada en la plaza, resulta agradable y está muy demandada, por lo que resulta difícil acceder a ella si no se ha realizado la reserva previamente. Una fórmula que, partiendo de que en la hostelería no existe la ciencia exacta, parece haber logrado el éxito popular. Les prometo que seguiré de cerca, con interés, su evolución y trayectoria.



Stemar.


Ubicación y entorno: 9

Ambiente y decoración: 7

Cantidad: 7,5.

Calidad: 9.

Global: 8, 125

sábado, 7 de agosto de 2010

SAKURA 7

NOTA: NUEVO SAKURA 8 en D. jaime nº 34 y Nuevo Buffet Libre en SAKURA 2 Fco. Vitoria, 26


Restaurante valorado : SAKURA 7.
Tipo de cocina: Japonesa. Sistema de Buffet Libre.
Dirección: c/Alfonso I (esquina c/Molino).
Sector : Alfonso. Casco Histórico.

Fecha: 5 de agosto de 2010.

Con la reciente inauguración de este restaurante Sakura (el 30 de julio abrieron al público), inicio una nueva sección que se centrará en visitar y valorar la gastronomía de nuevos establecimientos de Zaragoza.

Local ubicado junto a la céntrica calle Alfonso I. En el corazón del casco histórico de la ciudad.. Ambiente limpio y buena climatización. Decoración oriental. Local acogedor. Mesas con manteles individuales. Vajilla funcional y palillos que se alternan con cubertería tradicional. Este es el tercer local que abre en la ciudad con el sistema de “buffet libre” (buffet: término francés que hace referencia a mueble o aparador, en este caso, en el que se ubican los alimentos). Por un precio cerrado, el comensal puede tomar todo lo que desee en cuanto a platos. La bebida se abona aparte. Considero interesante comentar que los niños pequeños comen gratis hasta una determinada edad. Entre semana se puede comer por unos 10 euros. Para las cenas y fines de semana aumenta a 15.


El nombre de “Sakura”, se preguntarán muchos de ustedes a qué obedece. Indicarles que sakura en japonés , significa cerezo o flor de cerezo. Y cuando florecen, en primavera, su belleza y serenidad es venerada por los ciudadanos japoneses, que gustan de reunirse bajo ellos aprovechando el buen tiempo para conversar y merendar al aire libre. El sakura es la flor más significativa de Japón y, en su honor, tienen lugar estos festivales llamados hanami

Durante el año los árboles de cerezo permanecen únicamente forrados de hojas que pierden durante el invierno. Hacia el inicio de la primavera florecen, decorando los parques con su apariencia de nubes rosadas.


Sakura también sirve para denominar al licor de cereza elaborado de pétalos de flor de cerezo. Igualmente, da nombre a un conocido queso elaborado en Hokkaido, cremoso y de color blanco, que se sirve adornado con hojas de cereza. Este mismo queso se utiliza para elaborar los mochi, pastelitos de arroz japonés que es tradición tomar en Año Nuevo.


El sistema bufet (término correcto en castellano) de estos restaurantes japoneses alberga varias zonas que usted debe conocer. En este caso, hay una barra de sushi con preparación en vivo. En los otros dos restaurantes de bufet utilizan un sistema de rueda de sushi con un mecanismo que la hace girar con multitud de pequeños platos que contienen también sashimi (filetitos crudos de pescado) y que usan igualmente para ofrecer distintas preparaciones y otras elaboraciones (tataki de pollo, de ternera, etc)
En el Sakura II (Fco. de Vitoria) pueden degustarse platos más especiales (como un carpaccio de atún o de ternera macerado en vinagre y hierbas) y espectaculares preparaciones en plancha teppan yaki (incluso con helado). También, en ocasiones, excelentes variedades de sushi y maki sushi poco habituales (como el de atún rojo con cebolletas y sésamo). Cuenta además con reservados con tatami.


El sushi es un plato japonés elaborado con arroz que se aliña con vinagre hecho con este mismo cereal, azúcar, sal y otros ingredientes. Se combina con pescado y marisco, aunque puede llevar también vegetales y frutas. Este plato es uno de los más reconocidos de la gastronomía japonesa y muy popular a nivel internacional
Aunque normalmente se asocia el sushi con el pescado y el marisco, también puede llevar verdura o huevo, o incluso cualquier otro acompañante. Además, los productos frescos tradicionales que acompañan al arroz no tienen que ir siempre crudos. Se incluyen también preparaciones en hervido o marinadas.

Otra de las zonas importantes a tener en cuenta es el Teppan Yaki. Una gran plancha de acero cromado en la que uno o, en este caso, dos cocineros especializados en este sistema, le darán el punto preciso a verduras, carnes y pescados, además de mostrar su habilidad con ciertos malabarismos que, en ocasiones, consigue crear todo un espectáculo visual.


La verdad es que, por un precio más que razonable, uno puede degustar una gran variedad de platos fríos y calientes (ensaladas, sushi, fideos, rebozados en tempura), además de carnes y pescados a la plancha teppan yaki. En mi valoración, tengo que decir que el sushi de los Sakura, es de los mejores (si no el mejor) que se pueden encontrar en Zaragoza.
Para los que alberguen alguna duda sobre el sushi, deben saber que la previa congelación durante un mínimo de 24 horas a -20 grados (por normativa de sanidad) elimina el posible riesgo de anisakis (un parásito intestinal presente en numerosos pescados). Esto es obligatorio para todas las preparaciones de pescado en frío. El calor de la plancha, al igual que la congelación, destruye las larvas eliminando cualquier riesgo de contraerlo. Cuidado con hacer boquerones crudos en vinagre en casa, pues dicho parásito sobrevive al vinagre durante dos meses. Siempre congelarlo antes.


La plancha resulta especialmente eficiente para las verduras, pescados y mariscos. En cuanto a las primeras, conserva su sabor y las mantiene jugosas, ligeramente al dente. Los filetes de pescado (salmón, dorada, etc) quedan tiernos e igualmente jugosos. En cuanto a marisco, la sepia y el calamar resultan realmente buenos, al igual que el bogavante (que suele haber en fines de semana).


Respecto a los postres, podemos encontrar variedad de fruta fresca, en crudo o cortada y preparada y en refrigerador (sandía, melón , piña). También calabaza y lichis en almíbar(ciruela china). Todas las que probé estaban en un buen punto de maduración. Ese día había incluso cerezas. Los helados que sirven no son artesanos , pero son variados, cremosos y con buen sabor.


La opción de bodega, no siendo muy amplia, ofrece varios tintos, blancos (como un buen albariño) y rosados a precios ajustados. También cerveza china y japonesa para quien desee probarlas. Tienen botellas de 3/8.


El bufet libre de los Sakura (opción que también han adoptado otros restaurantes asiáticos que serán objeto de posteriores análisis, muchos de ellos se anuncian bajo la denominación wok) me parece una alternativa de cocina sana y divertida. Y es además una opción económica a tener en cuenta en la actual situación, sobre todo si se va con niños. Los alimentos se distribuyen en diversas zonas (platos fríos calientes y alimentos en crudo para hacer en teppan yaki. La zona de postres suele estar bien diferenciada. También se puede disfrutar de un vasito de sake (licor de arroz fermentado) y otros licores digestivos para rematar la comida o cena.


Para más información sobre la cadena de restaurantes Sakura, pueden consultar su página web: restaurantesakura.com


En Zaragoza, existen ocho locales en total.

  1. c/Fernando el Católico 51 (sistema bufet). Zona San Francisco.
  2. c/Francisco de Vitoria, 26 (menú del día y carta). Zona Centro. Salones privados- tatami. También ahora con zona de buffet libre (desde febrero 2011).
  3. c/Poeta León Felipe (zona Actur-Rey Fernando).
  4. c/Padre Manjón , 19 (zona Delicias).
  5. c/Luis Vives, 6 (zona Universidad/ parque grande).
  6. Avda. César Augusto, 48 (zona Casco histórico/Centro). Sistema Bufet.
  7. c/Alfonso I (esquina c/Molino). Zona casco histórico. Sistema Bufet.
    8. c/ D. Jaime I, 34 (zona casco histórico/Centro)

    SAKURA nº 7
    Ubicación y entorno: 9
    Ambiente y decoración: 6
    Cantidad: 10.
    Calidad: 7.
    Global: 8