Restaurante "AMARANTO" (bajos del hotel
Boston). Parking propio.
Tipo de cocina: De mercado con autoría.
Tel. reservas.:876 25 42 07 y
www.restauranteamaranto.com
Dirección: Camino de las Torres, 28.
Zona: Centro. Sector: Cesáreo
Alierta/Camino de las Torres.
Estimados amigos/as y lectores/as de El
Paladar Crítico:
Hay restaurantes que, a
pesar de estar céntricos, o bien como en este caso por pertenecer a
un hotel, son a veces grandes desconocidos por el público, que los
asocia a un lugar común poco justo en bastantes ocasiones usando la
coletilla: “es un restaurante de hotel...”.En esta ocasión, y
además con motivo de ser el "Amaranto" quien ofrecerá la comida al
ganador/a del certamen del enigma gastronómico para celebrar el
cuarto aniversario de El Paladar Crítico (sigan participando por favor), he querido valorar y dar a
conocer una muestra de su calidad versatilidad culinaria (no en
vano, el “Amaranto” forma parte del TOP Z-10 de este espacio y
pueden consultar también su evaluación anterior en el archivo de entradas de la página).
Para que todos
ustedes/vosotros puedan conocer cómo es la cocina de este restaurante, voy
a comentar una serie de variados platos a modo de pequeñas raciones
para permitir hacerse una idea de lo que el “Amaranto” ofrece.
Lo primero a destacar es
que el restaurante, que está separado de una amplia zona de cafetería con
mesas, ofrece como detalle de cortesía en todos sus menús (también si se toma el llamado
“menú exprés” más económico en la zona de cafetería) un
aperitivo de bienvenida para sorprender y agradar a la clientela. Vamos a a ello.
Chupito de crema de
borraja con chistorra (aperitivo de bienvenida).
Muy bien presentado a
nivel visual, lo que nos da ya una piedra de toque de lo que puede
venir después. La chistorra va marinada en sidra y orujo. Presenta
una textura más tierna de lo habitual por ese mismo proceso de
marinado, contrastando con la crema y el pan en dos texturas más.
Liga muy bien la crema de verduras con esta particular “chacina”,
aportándole un contrapunto de suavidad a la potencia de la
chistorra. Un aperitivo sabroso.
Gazpacho de cereza con
virutas de queso. (Plato
destacado por sabor y frescor)
Aunque
bien presentado visualmente, lo que me ha llamado mucho la atención
de este plato es su alianza de frescura y sabor. Un entrante que
suele ser muy parecido en los restaurantes y que aquí cobra una
dimensión diferente. El aporte de la cereza junto con el tomate se
alía con un queso suave y cremoso muy bien elegido que, en virutas,
corona el plato. Además, unos trocitos de fresa natural le dan un
toque cítrico y crujiente. Un sabor de 10 que se adueña del
paladar en cada cucharada dotándolo al mismo tiempo de una
sensación de frescor indescriptible. Excelente. Por todo ello quiero
destacar este plato. Una joya para disfrutar en verano.
Tosta de escalivada
con anchoa del Cantábrico y habitas caseras.
Perfectamente
presentada, en templado (no hay que ponerlas frías y, a veces,
heladas como a veces me he encontrado). Con el crujiente de la base
haciendo de soporte de una escalivada pefecta a la que las anchoas
terminan de dar su punto de sabor y sal. Unas habitas deliciosas, untuosas, y una anchoa suave y carnosa,
de primerísima calidad, sin espinas, un regalo del mar Cantábrico que baña nuestras costas del norte de España. Sobresaliente.
Bacalao “ajoarriero”
con tosta melba.
La
decoración de este plato (como en otras ocasiones) no es baladí, un
cordón de precioso color rojo oscuro hecho de ñoras. Además de
decorar y aportar color al plato, su sabor amargo va a dar ese
contraste con la cebolla caramelizada que confita el revuelto de
bacalao. Muy bien logrado en cuanto a sabor y texturas, el toque crujiente
lo va a aportar el pan de molde tostado. Una muestra de que los
pescados también se trabajan con mimo en los fogones del Amaranto.
Arroz con foie,
hongos y trufa. (plato
destacado).
Uno
de los productos que, para mí, mejor elabora el "Amaranto", son los
arroces. Un arroz de primera calidad, de la variedad bomba, que se
presenta ligeramente “al dente”, como debe ser. Me llama la
atención, de entrada, el intenso aroma a trufa que desprende. Con una combinación
de boletus y foie fresco que lo dotan de una textura melosa y un
sabor que es difícil de describir, pues el binomio boletus-foie se
alía para dotar al plato de unos aromas y sabores sin parangón. He
de decir que este risotto
me ha sorprendido, igualando e incluso superando el que para mí es
uno de los arroces reyes que borda la cocina de este restaurante: el
de bogavante (absolutamente recomendables todos).
POSTRE.
Surtido de sorbetes
(fruta de la pasión, nopal y naranja sanguina).
Una
de las facetas en las que un restaurante se crece o mengua es, si
duda, en la de los postres. Este combinado de bolas de sorbete, a
nivel visual es precioso, con una estética japonesa, por su color y composición, pero además,
los tres helados frutales (destacando por su originalidad el de cáctus, tan rico y especial),
sorprenden por su sabor y potencial refrescante. Unos bastoncitos de
chocolate, en barquillo, le aportan un contrapunto de textura y color.
Con
una capacidad limitada pero suficiente (unas 50 plazas), y en la
mejor zona del centro de Zaragoza (con parking en el mismo hotel),
el restaurante Amaranto ofrece un comedor agradable y acogedor,
sobrio y distinguido. Viste las mesas con esa elegancia clásica de la
buena hostelería: doble mantelería de algodón, vajilla
Villeroy&Bosch, cubertería Cruz de Malta y buena cristalería.
Aceite de oliva virgen extra de la Hacienda Iber (Mequinenza),
premiado por su elaboración de variedad arbequina. Su buen hacer,
tanto en cocina como en sala (destacando especialmente este apartado
porque el buen servicio en sala es cada vez menos habitual), con un
maestresala (que significa lo mismo que el vocablo francés maître, ya muy castellanizado, pero convendrán ustedes en que
maestresala es una palabra tan, tan bonita...) o jefe de sala, de una
cortesía y profesionalidad excepcional. Y, ya entrando en la cocina,
una clara premisa: productos de la mejor calidad para elaborar esos
platos que, por su maestría, hacen que esta tan particular alquimia
de los fogones transforme un alimento en arte. En el arte de los
colores, los aromas y los sabores. Destacando especialmente arroces y
carnes (tanto en steak tartare como en solomillo o chuletón), pero
atención a los pescados y mariscos (sobre todo estos últimos,
almeja gallega, percebe, bogavante del Cantábrico), porque son de
primerísima calidad. Si se desea algo especial en este sentido
conviene consultarlo y encargarlo, porque no siempre se puede tener
producto de estas características. Como resumen final diré que el
restaurante "Amaranto" es aún una joya de la gastronomía de la ciudad
algo escondida y desconocida para muchos, y que la deben descubrir
ustedes; todos los que aún no han estado en él. Una vez que prueben
sus platos, atención y servicio, ya no habrá vuelta atrás. Por todo
ello, lo recomiendo absolutamente para disfrutar de la buena
gastronomía y sigue formando parte del TOP Z-10 de El Paladar
Crítico con revisión de calificación al alza.
Restaurante
“AMARANTO”.
www.restauranteamaranto.com
Ubicación
y entorno: 10.
Ambiente
y decoración: 9
Calidad:
10
Cantidad:
8
Global:
9,25.
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