martes, 20 de julio de 2010

DENOMINACIONES Y VINOS DE ARAGÓN


CON DENOMINACIÓN DE ORIGEN: VINOS DE ARAGÓN



Cada día es más frecuente, cuando se habla de alimentos y, sobre todo, si se trata de vinos, aludir al concepto “denominación de origen”. Seguro que, alguna vez, usted se habrá preguntado el porqué de esta terminología. Pues bien, resulta que a finales del siglo XIX, para evitar picarescas y falsificaciones, se fue forjando una reglamentación que garantizase el origen de los vinos. Como resultado, en la Segunda República Española, se crearon las Denominaciones de Origen (D.O.) mediante el Estatuto del Vino. Dicha norma fue elevada a rango de Ley en 1933. El Estatuto de la Viña, del Vino y de los Alcoholes, de 1970, es el que ha estado regulando las denominaciones de origen hasta hace siete años. Por fin, el 10 de Julio del 2003, se promulgó la nueva Ley de la Viña y el Vino. Esta esperadísima Ley (que entró en vigor el 12 de Julio) mantiene a los vinos controlados por estas D.O. como “vinos de calidad producidos en regiones determinadas”. Hay un escalón, cualitativamente inferior, en el que se engloban los llamados vinos con derecho a la mención tradicional “vinos de la tierra”, que equivaldría a los vins de Pays franceses. Luego habría un nivel intermedio entre éstos y los vinos de “denominación de origen”: serían los “vinos de calidad con indicación geográfica. La zona incluida en esta designación, deberá permanecer al menos cinco años en dicha categoría antes de lograr la Denominación. El nivel mínimo del sistema de protección del origen y la calidad de los vinos, sería el de los “vinos de mesa” simples. En el escalón superior nos encontraríamos con los vinos con D.O. calificada y los “vinos de pagos”.

En Aragón, centrándonos en el escalón superior, encontraríamos cuatro Denominaciones de Origen: CALATAYUD, CAMPO DE BORJA, CARIÑENA Y SOMONTANO. La primera, que cuenta con 6.431 has. de viñedo, está ubicada en la parte occidental de la provincia de Zaragoza, y engloba cuarenta y seis términos municipales del Valle del Ebro. Su clima es semiárido y seco, aunque más fresco que Cariñena y Borja, con una temperatura media anual de entre 12 y 14 grados. Los suelos tienen un alto contenido en caliza y están formados por materiales pedregosos acompañados de arcilla rojas. Los cinco o seis meses de heladas y la sequía, actúan como regulador natural de la producción, resultando pocas uvas pero de gran calidad: Garnacha (62%), tempranillo(10%) y algo de mazuela (o cariñena) en tintas, y macabeo (25%) y malvasía, en blancos, son las variedades preferentes. Por recomendar alguno de sus caldos: En tinto joven , un Viñas de Miedes; en crianza, un Marqués de Nombrevilla y, como reserva, un Castillo de Maluenda.

La denominación Campo de Borja, con 7.231 has. de viñedo, soporta un clima continental bastante extremo adornado por el cierzo. Engloba municipios como Pozuelo, Fuendejalón, Tabuenca, Bulbuente,Borja y Tarazona. Sus suelos son calizos, de terraza y arcillo-ferrosos. Como resultado: blancos ligeros, frescos y agradables; rosados sabrosos y frescos, y tintos con predominio de garnacha, aromáticos, afrutados y carnosos. Pueden probar, en blancos, un Viña Collado joven; en tinto joven, un Borsao Primizia; en crianza, un Coto de Hayas. Un Borsao reserva o un excelente Fagus de Coto de Hayas, no le defraudarán en una ocasión especial. ¡Ah!, y no olviden el moscatel de Ainzón.

Cariñena, con 16.717 has., es la denominación con mayor extensión de terreno dentro de Aragón. Ubicada en la provincia de Zaragoza, ocupa el Valle del Ebro y engloba catorce términos municipales entre los que se encuentran: Aguarón, Almonacid, Cariñena, Tosos y Villanueva de Huerva, entre otros. Su clima es continental, con poca lluvia y con cierzo. Sus suelos, pardo-calizos y pardo-rojizos, asentados sobre depósitos rocosos, producen macabeo ( en blanca), y garnacha, tempranillo y mazuela ( llamada aquí cariñena), en tintas. Aunque cuenta con blancos y rosados agradables y afrutados, los tintos son los vinos por excelencia de la zona.

Prueben un Viña Urbezo joven; un Monasterio de las Viñas, crianza, y un reserva de Corona de Aragón. Si quieren algo especial, pregunten por un Care y descubran sus virtudes ustedes mismos. Y si van a tomar pescado o marisco (sí, sí, con un Cariñena), atrévanse con un Urbezo Chardonnay, blanco y joven.

La D.O. Somontano, con ya30 bodegas y 3.344 has. de viñedo, se ubica en la provincia de Huesca en torno a la localidad de Barbastro. La pequeña extensión de viñedo no ha impedido que bodegas como Enate, Viñas del Vero y Pirineos, se hayan ganado el respeto del mercado con vinos excelentes. La zona no ha pasado desapercibida para los inversores y ha crecido enormemente debido a la incorporación de nuevas bodegas durante los últimos años ( como Otto Bestue, Olvena,Ballabriga, Meler, Irius o Lasierra). Con un clima continental, de bruscos cambios de temperatura al final de la primavera y el otoño, y suelos de alto nivel de caliza y buena permeabilidad, podemos encontrar una amplia variedad de cepas: Tempranillo, garnacha tinta, cabernet sauvignon, merlot, moristel y parraleta ( la primera y las dos últimas, autóctonas).

Hay que vivir la experiencia de degustar un blanco macabeo de vendimia tardía de Bodegas Pirineos, con un buen foie; llenarse la boca con la carnosidad y la fruta de un Enate rosado (100% cabernet), o disfrutar de un buen lechazo asado con la compañía de un reserva especial de Enate. Y, si buscan un vino sorprendente para una gran ocasión, atrévanse con un inclasificable Marboré de Bodegas Pirineos.

No cabe duda de que, el vino, es algo vivo. No en vano, evoluciona en botella, crece en potencia y matices, y va madurando hasta su entrega final a nuestro paladar.

Estimados lectores.Amigas y amigos: Sí, el vino vive. Y está más vivo que nunca.

“Larga vida al vino”.

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