viernes, 15 de octubre de 2010



Establecimiento valorado: EL DESVÁN DEL CARACOL.

Tipo de cocina: De mercado: Carne, pescado. Menú diario .

Dirección: Centro Comercial Independencia (El Caracol). Planta 1.

Tel. Reservas: 976 223 502.

Zona: Centro. Sector: Independencia.



Restaurante ubicado en pleno centro de la ciudad. En el tranquilo Centro Comercial Independencia, conocido popularmente desde hace años como “El Caracol” debido a su distribución interna circular. Esta ubicación privilegiada le otorga, además de un acceso cómodo, unas espléndidas vistas del paseo de la Independencia a través de las cristaleras de su amplio comedor. Éste, dependiendo de su configuración, tiene capacidad para acoger unos 90 comensales. La decoración es funcional y moderna, logrando un ambiente limpio y luminoso en el que predominan los tonos claros, el verde y el naranja. El comedor, en forma de ele invertida, alberga una zona dividida por el guardarropa que actúa a modo de reservado, con mesas vestidas con doble mantelería de algodón, espacio idóneo para una celebración familiar o de un grupo de hasta 25 personas. El resto de las mesas, con mantel de celulosa práctico y funcional. Mesas amplias y sillas cómodas de cuidado diseño. Dos armarios climatizados para vino. Vajilla Royal Porcelain de buena calidad.



“El Desván del Caracol” ofrece un menú diario a 12 euros que, a su comedido precio, proporciona un buen nivel de calidad y un maridaje con Montesierra tinto (D.O Somontano). También configura menús personalizados para grupos y celebraciones familiares y dispone de un menú tipo ejecutivo y de noche a 20 euros.


El maridaje para los platos a degustar será un Torrederos 2005 crianza (D.O. Ribera del Duero). Se trata de un monovarietal de tempranillo que ha reposado 12 meses en barrica de roble francés (40 %) y americano (60%). Además ha evolucionado en botella y en guarda. Presenta un color picota con ribete granate; con una capa media, no demasiado cubierto. En nariz muestra aroma a fruta negra madura, algo de cuero y pimienta. Con presencia de la madera, que se integra bien con la fruta. En boca es carnoso, con cuerpo, bastante largo, con taninos maduros y pulidos por el roble.


Panecillo individual mini-chapata crujiente y tostado que recuerda al pan casero.



LOS PLATOS.



Aperitivo de la casa.


El restaurante ofrece siempre un aperitivo (tanto en el menú diario como en la carta). En esta ocasión, un par de mini-hojaldres rellenos de salmón ahumado aromatizado con eneldo , crema de queso y gulas; acompañados de una mermelada de frutos rojos y una emulsión de aceite de oliva virgen extra. Con un hojaldre suave y crujiente, consigue un juego de texturas que completan el salmón y la cremosidad del queso. Un aperitivo bien resuelto a nivel visual.



Carpaccio de ternera con foie.


Un carpaccio de solomillo de ternera elaborado en la casa cubierto de finas virutas de foie y de queso semi-curado, aromatizado con perejil y acompañado de una bandeja con triángulos de pan de molde tostados. Observo un guiño aragonés con el paté de oliva negro decorando el borde del plato que sirve también para aportar un toque de sabor. Conviene dejarlo reposar un poco para que los ingredientes (todos fríos) suban un poco de temperatura para que el paladar los reciba en su punto. De nuevo tres texturas en un plato con una buena presentación que mejoraría dejando participar más a la carne (de excelente aspecto y muy fresca). Buen punto de sal y pan muy tierno a la par que tostado, dos aspectos a destacar.



Rodaballo fresco. (plato destacado).


Acompañado de patatas panadera. Una porción abundante de rodaballo fresco horneado y jugoso que se puede aliñar al gusto con un conjunto (en bandeja aparte) de elementos integrado por sal Maldon, pimentón dulce y aceite de oliva caliente aromatizado con ajo confitado y vinagre (un curioso orio). Una original forma de deconstruir parcialmente el plato para que el comensal lo termine de construir a su gusto. El rodaballo presenta un sabor intenso y una textura carnosa y jugosa (en su punto). Un plato que deseo destacar por su calidad, buena ración y que, además, mima la presentación visual. Lo recomiendo.


Ración individual de chuletón troceado.


Una carne de “vaca vieja” convenientemente oreada y muy bien presentada visualmente, creando una paleta de color con las guarniciones (el verde y el rojo de los pimientos, el verde oscuro de los trigueros y el amarillo del lecho de patatas panadera, nuevamente caseras). Adornado con un cordón de reducción de vinagre de Módena elaborado en la casa que aporta otro tono más al plato. Éste consigue además un juego integrado de texturas que el comensal puede combinar a su gusto jugando con la carne y sus guarniciones (en su punto de textura y plancha). El único punto a mejorar es la temperatura del plato, pues la carne troceada tiende a enfriarse en un proceso de mayor rapidez. Una carne de buen sabor y textura que aún admitiría, para mi gusto, mayor maduración, pero esto es una cuestión de gusto personal que no merma la calidad del género utilizado en la elaboración. Yo soy partidario de marcar en cocina y terminar en mesa al momento para que cada comensal le dé el punto personal a la carne (poco, al punto o muy hecha). Este plato, por sus características, se puede compartir tal cual o doblando la ración dependiendo de los comensales, pues es muy cómodo de tomar al ir ya troceado y cocinado.




POSTRE.


Sorbete de mandarina al vodka.


Un sorbete elaborado al momento en cantidad y presentación correcta. Proporción equilibrada de la presencia de alcohol, dulzor y fruta; con un intenso sabor a mandarina. Bien resuelto.



Servicio de café con tres tipos de endulzadores (azúcar normal, moreno y sobres de sacarina). Seis tipos de infusiones a disposición del cliente.






“El Desván del Caracol” es un restaurante que, tras su aspecto funcional y agradable (no aspira en modo alguno a integrar el segmento de los restaurantes de lujo) alberga una cocina elaborada y bien orquestada, con indudable profesionalidad e inquietud a la hora de cuidar la presentación y elaboración de los platos. En una clara línea de mercado que intenta agradar a todo tipo de público. Para ello, no descuida el aspecto de los precios (cuestión importante en este momento) sin que la calidad desmerezca en este difícil equilibrio. Otros aspecto a destacar son , sin duda, su inmejorable ubicación, ambiente tranquilo y hermosas vistas al Paseo de la Independencia, arteria principal de la ciudad. Local bien climatizado que dispone de armarios adecuados para la conservación y temperatura de los vinos. Pienso que en la línea de trabajo que se ha marcado, aunque puede pulir todavía algunos aspectos, “El Desván del Caracol” es una opción interesante tanto para familias, grupos, comidas de negocios y/o profesionales que busquen un lugar céntrico y tranquilo para disfrutar de una comida o cena.




El Desván del Caracol


Ubicación y entorno: 10

Ambiente y decoración: 7,5

Cantidad: 8,5

Calidad: 8,5

Global: 8, 625