jueves, 10 de julio de 2014

Restaurante "AMARANTO"


Restaurante "AMARANTO" (bajos del hotel Boston). Parking propio.
Tipo de cocina: De mercado con autoría.
Tel. reservas.:876 25 42 07   y
www.restauranteamaranto.com
Dirección: Camino de las Torres, 28.

Zona: Centro. Sector: Cesáreo Alierta/Camino de las Torres.







Estimados amigos/as y lectores/as de El Paladar Crítico:

Hay restaurantes que, a pesar de estar céntricos, o bien como en este caso por pertenecer a un hotel, son a veces grandes desconocidos por el público, que los asocia a un lugar común poco justo en bastantes ocasiones usando la coletilla: “es un restaurante de hotel...”.En esta ocasión, y además con motivo de ser el "Amaranto" quien ofrecerá la comida al ganador/a del certamen del enigma gastronómico para celebrar el cuarto aniversario de El Paladar Crítico (sigan participando por favor), he querido valorar y dar a conocer una muestra de su calidad versatilidad culinaria (no en vano, el “Amaranto” forma parte del TOP Z-10 de este espacio y pueden consultar también su evaluación anterior en el archivo de entradas de la página).




Para que todos ustedes/vosotros puedan conocer cómo es la cocina de este restaurante, voy a comentar una serie de variados platos a modo de pequeñas raciones para permitir hacerse una idea de lo que el “Amaranto” ofrece.


Lo primero a destacar es que el restaurante, que está separado de una amplia zona de cafetería con mesas, ofrece como detalle de cortesía en todos sus menús (también si se toma el llamado “menú exprés” más económico en la zona de cafetería) un aperitivo de bienvenida para sorprender y agradar a la clientela. Vamos a a ello.


Chupito de crema de borraja con chistorra (aperitivo de bienvenida).

Muy bien presentado a nivel visual, lo que nos da ya una piedra de toque de lo que puede venir después. La chistorra va marinada en sidra y orujo. Presenta una textura más tierna de lo habitual por ese mismo proceso de marinado, contrastando con la crema y el pan en dos texturas más. Liga muy bien la crema de verduras con esta particular “chacina”, aportándole un contrapunto de suavidad a la potencia de la chistorra. Un aperitivo sabroso.





Gazpacho de cereza con virutas de queso. (Plato destacado por sabor y frescor)

Aunque bien presentado visualmente, lo que me ha llamado mucho la atención de este plato es su alianza de frescura y sabor. Un entrante que suele ser muy parecido en los restaurantes y que aquí cobra una dimensión diferente. El aporte de la cereza junto con el tomate se alía con un queso suave y cremoso muy bien elegido que, en virutas, corona el plato. Además, unos trocitos de fresa natural le dan un toque cítrico y crujiente. Un sabor de 10 que se adueña del paladar en cada cucharada dotándolo al mismo tiempo de una sensación de frescor indescriptible. Excelente. Por todo ello quiero destacar este plato. Una joya para disfrutar en verano.

Tosta de escalivada con anchoa del Cantábrico y habitas caseras.

Perfectamente presentada, en templado (no hay que ponerlas frías y, a veces, heladas como a veces me he encontrado). Con el crujiente de la base haciendo de soporte de una escalivada pefecta a la que las anchoas terminan de dar su punto de sabor y sal. Unas habitas deliciosas, untuosas, y una anchoa suave y carnosa, de primerísima calidad, sin espinas, un regalo del mar Cantábrico que baña nuestras costas del norte de España. Sobresaliente.






Bacalao “ajoarriero” con tosta melba.

La decoración de este plato (como en otras ocasiones) no es baladí, un cordón de precioso color rojo oscuro hecho de ñoras. Además de decorar y aportar color al plato, su sabor amargo va a dar ese contraste con la cebolla caramelizada que confita el revuelto de bacalao. Muy bien logrado en cuanto a sabor y texturas, el toque crujiente lo va a aportar el pan de molde tostado. Una muestra de que los pescados también se trabajan con mimo en los fogones del Amaranto.




Arroz con foie, hongos y trufa.   (plato destacado).


Uno de los productos que, para mí, mejor elabora el "Amaranto", son los arroces. Un arroz de primera calidad, de la variedad bomba, que se presenta ligeramente “al dente”, como debe ser. Me llama la atención, de entrada, el intenso aroma a trufa que desprende. Con una combinación de boletus y foie fresco que lo dotan de una textura melosa y un sabor que es difícil de describir, pues el binomio boletus-foie se alía para dotar al plato de unos aromas y sabores sin parangón. He de decir que este risotto me ha sorprendido, igualando e incluso superando el que para mí es uno de los arroces reyes que borda la cocina de este restaurante: el de bogavante (absolutamente recomendables todos).


POSTRE.

Surtido de sorbetes (fruta de la pasión, nopal y naranja sanguina).



Una de las facetas en las que un restaurante se crece o mengua es, si duda, en la de los postres. Este combinado de bolas de sorbete, a nivel visual es precioso, con una estética japonesa, por su color y composición, pero además, los tres helados frutales (destacando por su originalidad el de cáctus, tan rico y especial), sorprenden por su sabor y potencial refrescante. Unos bastoncitos de chocolate, en barquillo, le aportan un contrapunto de textura y color.




Con una capacidad limitada pero suficiente (unas 50 plazas), y en la mejor zona del centro de Zaragoza (con parking en el mismo hotel), el restaurante Amaranto ofrece un comedor agradable y acogedor, sobrio y distinguido. Viste las mesas con esa elegancia clásica de la buena hostelería: doble mantelería de algodón, vajilla Villeroy&Bosch, cubertería Cruz de Malta y buena cristalería. Aceite de oliva virgen extra de la Hacienda Iber (Mequinenza), premiado por su elaboración de variedad arbequina. Su buen hacer, tanto en cocina como en sala (destacando especialmente este apartado porque el buen servicio en sala es cada vez menos habitual), con un maestresala (que significa lo mismo que el vocablo francés maître, ya muy castellanizado, pero convendrán ustedes en que maestresala es una palabra tan, tan bonita...) o jefe de sala, de una cortesía y profesionalidad excepcional. Y, ya entrando en la cocina, una clara premisa: productos de la mejor calidad para elaborar esos platos que, por su maestría, hacen que esta tan particular alquimia de los fogones transforme un alimento en arte. En el arte de los colores, los aromas y los sabores. Destacando especialmente arroces y carnes (tanto en steak tartare como en solomillo o chuletón), pero atención a los pescados y mariscos (sobre todo estos últimos, almeja gallega, percebe, bogavante del Cantábrico), porque son de primerísima calidad. Si se desea algo especial en este sentido conviene consultarlo y encargarlo, porque no siempre se puede tener producto de estas características. Como resumen final diré que el restaurante "Amaranto" es aún una joya de la gastronomía de la ciudad algo escondida y desconocida para muchos, y que la deben descubrir ustedes; todos los que aún no han estado en él. Una vez que prueben sus platos, atención y servicio, ya no habrá vuelta atrás. Por todo ello, lo recomiendo absolutamente para disfrutar de la buena gastronomía y sigue formando parte del TOP Z-10 de El Paladar Crítico con revisión de calificación al alza.



Restaurante “AMARANTO”. 
www.restauranteamaranto.com

Ubicación y entorno: 10.
Ambiente y decoración: 9
Calidad: 10
Cantidad: 8
Global: 9,25.

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