martes, 9 de septiembre de 2014

Ganador del Enigma Gastronómico del 4º Aniversario de El Paladar Crítico

Estimados amigos/as y lectores/as de El Paladar Crítico:


  Regresamos a la actividad y al comienzo del nuevo curso gastronómico con fuerza e ilusiones renovadas. Y, como no podía ser menos, ya tenemos ganador al enigma gastronómico planteado con motivo del cuarto aniversario del nacimiento de El Paladar Crítico.

  No estaba fácil y muchos y muchas han andado muy despìstados, pero de entre los y las que habéis estado más certeros con dicho enigma, la mejor respuesta a ojos del jurado es la expuesta por D. Pedro-Jesús Moya, que junto con su esposa, disfrutará del premio conseguido: Una comida para dos personas en el excelente restaurante "Amaranto" del Hotel Boston de Zaragoza, patrocinador del certamen.

Aquí está la resolución al enigma planteado expuesto por el Sr. Moya con buena expresión y criterio:


El plato dedicado a un compositor italiano es : Tournedó Rossini

Según cuentan las crónicas de la época, Rossini acostumbraba invitar los sábados a dieciséis  personas a cenar en su casa. Para la ocasión vestía una especie de sotana mientras los invitados debían vestirse de gala. Rossini ponía un gran esmero en el refinamiento de la puesta en escena de la mesa y en las especialidades culinarias que servía. El motivo principal de estas cenas era ubicar a su esposa Olimpia entre la sociedad de París. El príncipe Poniatowski, el Barón Rothschild, y el Barón Haussmann, que estaba cambiando la arquitectura de París, frecuentaban la mesa de Rossini además de intelectuales como Alejandro Dumas, Gustavo Doré, Verdí y grandes cocineros como Anthelme Brillast-Savarin y Careme, cocinero que trabajó para las grandes personalidades de la época y que se convertiría en el amigo del alma de Rossini ".

Nuestra más sincera enhorabuena. 


Para complementar su exposición yo añadiré que el Sr. Rossini, gran gourmet y aficionado a la cocina, disfrutaba sobremanera viendo como los chefs preparaban ante sí, en sala, sus creaciones culinarias. En una de aquellas ocasiones, el compositor italiano pidió un jugoso solomillo que iba a ser coronado con una loncha de foie también plancheada. Y, como en otras ocasiones, Rossini pidió al jefe de cocina del restaurante que lo elaborase en su presencia para poder disfrutar más del plato. El chef estaba remiso a acceder a tal petición: "Es que le va a salpicar Sr. Rossini..."...a lo que el compositor italiano replicó utilizando el idioma francés: " pues entonces..."tourné dos"..., es decir, se de la vuelta y póngase "de espaldas", de ese modo no me salpicará con el calor de la plancha. Y así, asumiendo que iba a ser el chef quien corriese con el riesgo de dichas salpicaduras, el cocinero se dio la vuelta y procedió a preparar para el famoso compositor de ópera tan delicioso plato. Plato que , desde entonces fue ganando fama y nombre y pasó a denominarse en las cartas de muchos restaurantes hasta el presente como "tournedó Rossini" o "tournedó a la Rossini". Para completar tan deliciosa elaboración, sobre todo en Francia, se le añade un toque trufa que le aporta aroma y un sabor inigualable.

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