lunes, 5 de mayo de 2014

Restaurante "El Serrablo"

Estimados amigos /as y lectores/as de El Paladar Crítico:

Restaurante "EL SERRABLO".
Dirección: c/ Manuel Lasala, 44 (junto entrada Parque Grande J.A Labordeta).
Zona: Romareda/Universidad/Parque grande.
Tipo de cocina: De mercado con inspiración aragonesa.
Tel reservas: 976 356 206 y elserrablo@restauranteelserrablo.com
Web: restauranteelserrablo.com



  En la senda de seguir dando a conocer restaurantes que puedan merecer el interés de todos los que visitan y consultan esta página con interés gastronómico, esta vez va analizado un restaurante que quizá algunos conozcan, pero conviene tener una valoración actualizada que puede revelar sorpresas tanto  positivas como negativas en establecimientos que llevan tiempo y que, a veces, cambios de titularidad, tendencia culinaria y calidad pueden sufrir variaciones a uno y otro lado de la balanza.




"El Serrablo", con su mural de cerámica y su propio nombre (que hace referencia a una comarca altoaragonesa), nos está remitiendo ya claramente a una identidad y un alma con la que se identifican claramente: nuestra tierra de Aragón.  Su especialidad ha sido siempre la de las carnes a la brasa elaboradas en una cocina acristalada que se muestra a la vista del comensal.  

Detalle del acceso a a la zona de comedor.


Detalle de cocina vista y comedor.


El comedor es amplio, con capacidad para unas 80 plazas, y conserva una estética tipo bodega característica de los mesones típicos aragoneses.


El establecimiento cuenta con cavas climatizadas para los vinos y espumosos, y aunque la carta no es excesivamente amplia en referencias, cuenta con caldos interesantes y con muy buena relación calidad-precio (con buenos vinos aragoneses tintos y blancos desde 10 euros y de otras denominaciones, como un interesante Marqués de Mundáiz de D.O Rioja crianza a 12,50).


Existe un menú del día que he probado en no pocas ocasiones por 11 euros de lunes a viernes, que ofrece cinco primeros y segundos más postre, pan y bebida e impuestos incluido,  y que me parece muy digno y recomendable teniendo en cuenta el nivel de calidad de los establecimientos de la zona.

En esta ocasión he querido analizar un menú-degustación que se ofrece incluso el fin de semana (mediodía y noche) por el atractivo precio de 25 euros (bodega aparte). Como son 5 platos más postre, se puede perfectamente compartir según el número de personas para que no sea excesiva cantidad de comida y también combinarlo con platos de la carta. Vamos con él.

Jamón de D.O Teruel con pan de hogaza tostada y tomate natural. (Entrante destacado).

Con un excelente aroma a jamón curado de bodega, su aroma me adelantó que estaba ante un gran jamón. Presentaba además un nivel más que bueno de grasa infiltrada , mostrando una veta de raza. A la hora de catarlo en boca, reveló una combinación entre cierto punto de dulzor y profundo sabor, que se alargaba en el paladar después de cada loncha degustada. Además con un punto de sal muy controlado. En definitiva, un jamón excelente de auténtica denominación de origen que recomiendo como plato de carta en cualquier ocasión.


Carpaccio de tomate con bacalao y virutas de parmesano. (Plato recomendado)

Si bien la presentación visual es mejorable (se muestra demasiado cubierto y eso enmascara la vistosidad que debe tener un carpaccio), quiero destacar de este plato la honestidad y calidad de la materia prima con la que está confeccionado y, entre esta, especialmente, el aceite de oliva virgen extra del Bajo Aragón (que marca la identidad aragonesa en un plato de origen italiano pero muy introducido y demandado aquí, sobre todo en primavera-verano), el bacalao (muy bien desalado y de calidad) y el auténtico queso parmesano (nada de sucedáneos o mezclas), generoso quizá en exceso. Por todas estas razones lo recomiendo aunque, repito, visualmente, pueda decepcionar un tanto en la primera impresión.

Trigueros a la plancha con trufa. (Plato recomendado)

Este es un plato que sólo necesita dos cosas. Un buen aceite virgen extra y unos excelentes espárragos. Si añadimos a eso el punto exacto de plancha para que queden crujientes, tenemos un auténtico manjar de temporada que no necesita más. En los meses de abril y mayo es cuando los espárragos naturales están en su mejor momento, así que aprovéchenlo. Con escamas de sal Maldon y aromatizados con trufa. Deliciosos.




Merluza al orio con tomate cherry plancha sobre lecho de verduras.

Aunque los pescados no son la especialidad de " El Serrablo", he de decir que esta merluza al estilo orio (al que no le guste el ajo, por favor que lo especifique antes de que se la sirvan) es también un plato muy digno en el que destaca tanto la calidad del pescado como la de las verduras. En esta ocasión, la presentación visual está más cuidada aunque sería mejorable en algunos aspectos. Le doy un notable.




Solomillo de ternera en salsa de trufa  con piquillo y patatas panadera.

Dejando claro que la calidad está presente en todos los platos de este restaurante, he de decir que las carnes napadas son muy difíciles de acertar en el punto. La razón es que, además de que el tournedó pueda ser no todo lo grueso que sería deseable, las salsas, con su temperatura, termina de acelerar la cocción de la porción de carne logrando que esta pierda la textura y jugosidad que una buena pieza merece. No obstante, y teniendo cuidado de no perder de vista esos aspectos, es otro plato muy digno, aunque no redondo. 



Postre. 
Goshúa casera con caramelo. (Plato destacado)

Aunque el goshúa (o guxúa), muchos lo identifican con una cuajada (a veces los postres comerciales tiene  estas cosas), en realidad se trata de un postre típico de la zona norte de España que se elabora con bizcocho, nata, crema pastelera y caramelo líquido. De origen polémico (pues se le atribuye tanto a un pastelero mirandés como votoriano). Polémicas aparte, este delicioso postre que, en este caso ha elaborado de forma totalmente casera "El Serrablo", le sirve para subir nota en el global y poner un broche de calidad a este menú degustación. Por su sabor, gama de matices, textura y calidad, lo recomiendo y destaco. 

Como resumen, el restaurante "El Serrablo" practica una cocina de mercado basada en la honestidad y buen producto y la ofrece en un marco agradable (que forma parte de su sello de identidad netamente aragonés) y en una ubicación privilegiada (junto al Parque Grande, en una zona con todos los servicios, bien comunicada a través del tranvía y muy agradable para pasear; además dispone de terraza exterior). Si bien puede y debe mejorar en algunas presentaciones y elaboraciones, el establecimiento ofrece unos platos de calidad y sabor (fuera de serie el jamón, el carpaccio de bacalao y los trigueros, amén del postre) y además la posibilidad de maridarlos con unos caldos bien seleccionados y a un buen precio. Las carnes a la brasa (ternasco, entrecot y chuletón) rayan a gran altura (en especial el chuletón curado), y la atención y el servicio es amable y profesional ( no en vano llevan muchos años en esto de la hostelería y, sin duda, la veteranía es un grado). Quizá la decoración, rústico-aragonesa, pediría algo más de alegría y actualización, pero mantiene un marco agradable que logra que el comensal se sienta cómodo. Con todos estos consejos y recomendaciones, les animo a que descubran la cocina de "El Serrablo" (aquellos que no lo conozcan), y que lo revisiten los que hace tiempo que no lo han hecho. Ese buen jamón y una buena carne no debe faltar en su agenda de platos. 


Restaurante "El Serrablo".

Ubicación y entorno: 9
Ambiente y decoración: 7
Cantidad: 9
Calidad: 8
Calificación media: 8,25


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