Dirección: c/ Santa Gemma nº 33-35
Tel. Reservas: 976-009-384 y 615-113-611
Mail: brperlanegra@hotmail.com
Facebook: Bar-restaurante Perla Negra.
En la constante búsqueda por darles/daros a conocer establecimientos interesantes, ya por ser una novedad en el panorama gastronómico de la ciudad o, como es el caso, del restaurante "Perla Negra" (no confundir con "La perla negra", pues no es un restaurante temático que haga referencias a dicha conocida película, y tampoco debe confundirse con otro establecimiento de comida latina que sí lleva el artículo "La" en su denominación), ubicado en el barrio de Torrero (en la calle Santa Gema, 33-35), por tratarse de un lugar algo escondido, alejado del bullicio del centro, en una tranquila calle a orillas del Canal Imperial de Aragón.
El restaurante "Perla Negra" tiene a la entrada una zona de barra a la izquierda en la que se puede disfrutar de un vino o cerveza acompañado de unas tapas o croquetas de la casa, bien mientras se espera mesa para comer o cenar, o para unl vermú o merienda informal. Para comer o cenar, debido a la capacidad del local y a la afluencia de público, es conveniente reservar bien telefónicamente o por correo electrónico.
El comedor, según configuración, tiene capacidad para unos 40-50 comensales, y presenta una decoración sencilla y funcional, destacando unos curiosos cubiertos de tamaño gigante en la pared del fondo que, curiosamente, llevan allí desde el comienzo de su andadura. Para conocer la cocina del restaurante "Perla Negra", podemos optar por visitarlo al mediodía y probar su menú diario, que de lunes a viernes tiene un fenomenal precio (10 euros), y el fin de semana sube a 13,50 pero también con platos algo más elaborados. Cierra Domingo y Lunes por descanso semanal. Vamos ahora a entrar en harina y comentar algunos de los platos que la carta (opción fuerte para disfrutar plenamente de la gastronomía y el sello personal de "Perla negra") ofrece utilizando productos frescos de temporada. Se puede confeccionar también un menú para grupo de amigos o familia personalizado, previa reserva y con tiempo.
El maridaje de los platos de carta puede hacerse eligiendo un vino concreto o por copas, (opción que suele ser para mi gusto más interesante si se va en solitario o en pareja). Vamos allá con los platos a evaluar,
Entrante. Patata confitada con huevo poché y boletus a las dos trufas (blanca y negra).
(Plato recomendado)
Presentado en una copa de cóctel, lo primero que me llama la atención de este plato es el intensísimo aroma a trufa (tanto blanca como la melanospórum negra), rallada abundantemente. Después, el aroma de foie que desprende la salsa. El huevo poché (difícil de lograr en el punto idóneo), se rompe liberando una yema de color amarillo-anaranjado intenso de un sabor delicioso. Con buen producto y una presentación elegante, podría decirse que este plato es una deconstrucción de unos huevos rotos con foie, boletus y trufa lograda con acierto. Un plato muy de otoño-invierno que me ha gustado y por ello lo recomiendo, en especial para los amantes de los platos con identidad de tierra (sello fundamental de este plato, tanto en los colores como en los aromas y esencia). perfecto con un Rueda verdejo como el Terra Nova, que limpia de untuosidad y refresca el paladar en cada sorbo.
- Ensalada de roast-beef con cuajo de rulo de cabra y vinagreta de miel y mostaza y salsa de frutos rojos. (Plato destacado)
Una ensalada con un roast-beef hecho en casa cortado en carpaccio, aliñado con salsa chimichurri, miel, mostaza y una vinagreta de frutos rojos. Visualmente muy bonito en cuanto a color (con la ayuda imprescindible de las vistosas flores comestibles). Con un mézclum de lechugas bien limpio y seleccionado, y un roast beef casero elaborado allí mismo, este plato en apariencia sencillo me ha gustado especialmente por su conjunción de frescura y sabor; así como por la calidad y acierto en la elaboración de ese roast-beef de ternera casero que, les aseguro, no es nada fácil de lograr. Los dados de granada le aportan un dulzor y una textura crujiente que se unen a la de la carne y a la cremosidad del queso fresco para amalgamar un plato redondo del que no se aburrirían, estoy seguro, aunque lo tomasen con frecuencia. Ese es otro de sus éxitos añadidos. El aliño perfecto es otro de sus pilares básicos. No se lo pierdan. Como maridaje, tanto un blanco con carácter como un tinto roble serían muy buenos compañeros.
- Milhojas de dorada con jamón y calabacín, mayonesa de soja y salsa de anchoas. (Plato destacado).
De este plato (que contiene numerosos elementos, quizá demasiados), me han gustado sobremanera dos cosas: su presentación visual y su sabor. Un diez en su tarjeta de presentación y también en cuanto a la calidad del pescado (unos lomos de dorada salvaje frescos). Muy buenas también las salsas (romescu, mayonesa de soja y, en especial, la de anchoas), aunque ésta última, debido al poder del jamón serrano que rellena la dorada, recomiendo disfrutarla sin mezclar ambos al mismo tiempo. Unas huevas de salmón en un par de piezas de pan chino aportan el toque informal a un plato de clara autoría (el que más junto con el entrante). Muy agradable de comer. Para saborear despacio combinando cada bocado con las diferentes salsas. Un buen rosado o un blanco con barrica serían perfectos maridajes para este plato muy trabajado y sabroso.
- Secreto ibérico en salsa teriyaki y salsa satay. (Plato recomendado)
Sobre una cama de patatas chips caseras crujientes, una buena pieza de secreto (lomo blanco de la zona de Teruel con su característica grasa infiltrada y sabor) a la que se ha dado un carácter plenamente oriental con esas salsas Teriyaki y Satay. Una carne de buena calidad con un sabor oriental muy bien logrado que terminan de redondear las especias (pimienta, mostaza). Imprescindible para los amantes de la cocina oriental y de la carne.
Postre. Sorbete de manzana verde casero.
Con una variedad de sabores que van variando (también de mango, etc), un sorbete elaborado en la casa y al momento es refrescante y digestivo. Éste en concreto, con un toque de sidra, está muy bien elaborado y además es abundante. en "Perla negra" hay postres más contundentes y variados a disposición del comensal (tartas caseras, etc). Todos se elaboran en el mismo restaurante. Un sorbete de categoría.
Como comentario final, he de decir que el restaurante "Perla Negra", ubicado en un lugar discreto al que hay que ir ex profeso (y, sin duda no se van a arrepentir, porque merece la pena descubrirlo), me ha sorprendido. No esperaba encontrar en un restaurante sencillo, sin alardes de diseño, vajilla, cristalería o mobiliario, una gastronomía de autor, tan interesante y trabajada. Con la ayuda de su equipo, el chef aragonés Alfonso Canelo, demuestra y transmite en cada plato pasión y amor a la cocina. Con un caudal de ideas inagotable que le lleva a experimentar y diseñar creaciones culinarias que va incorporando en el tiempo a una carta interesante.En la cocina de diario, el menú de "Perla Negra" ofrece calidad y sabor a un precio imbatible, pero repito, es la carta la que les va a proporcionar momentos gastronómicos de altura. "perla Negra" es un restaurante familiar, que insufla cariño en cada plato que sale de su cocina; con un servicio cordial y amable. Si quieren tener una nueva e interesante experiencia y alejarse de las habituales zonas bulliciosas del centro, láncense a descubrir esta perla algo oculta de la gastronomía de Zaragoza. Estoy seguro de que no se van a arrepentir. Y es que, como dijo George Bernard Shaw: "no hay amor más sincero que el amor a la comida".
Bar-Restaurante "Perla Negra".
Ubicación y entorno: 7
Ambiente y decoración: 7
Cantidad: 9
Calidad: 9
Creatividad: 9,5
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