martes, 25 de agosto de 2015

Restaurante Palomeque

Estimados amigos/as y lectores/as de El Paladar Crítico:

 
De nuevo, un restaurante que he considerado interesante evaluar para todos vosotros/ustedes. Un pequeño-gran restaurante en la zona castiza del centro histórico.
Establecimiento valorado: Restaurante Palomeque.
Dirección: Agustín Palomeque, 11.
Zona: Centro. Sector: César Augusto/Coso.
Tel. Reservas: 976 214 082
Web: www.restaurantepalomeque.es
Facebook: Restaurante Palomeque.
Descanso Semanal: Domingos.

El verano y el buen tiempo es el mejor momento para disfrutar de la buena gastronomía en una terraza, a ser posible, tranquila y peatonal. Hoy quiero presentarles un establecimiento que, sin duda, deben conocer todos los amantes de la buena mesa. Una joya, algo escondida, en el centro histórico de la ciudad. Se trata del café-restaurante Palomeque (ubicado en la calle peatonal del mismo nombre, junto a César Augusto y palacio de la Audiencia Provincial, que tras unos días de descanso vacacional, ya está abierto de nuevo al público).

Una de las ventajas del "Palomeque" es, además de su ubicación (centrica pero a la vez tranquila), es la posibilidad de comer o cenar mediante contundentes tapas y/o medias raciones. 
                                           Detalle de tapas recién preparadas.

También por supuesto, con platos a ración completa. Cuidadosamente decorado, con mesas bien vestidas, la primera impresión es muy buena. 

Varios armarios climatizados repletos de buenos caldos y buena cristalería. Surtido de panes y servicio muy profesional y eficaz. El número de plazas es reducido, así que resulta imprescindible reservar si se desea comer o cenar. 

Voy a comentar algunos platos que me llamaba la atención degustarlos. 

Migas con picadillo de setas, foie fresco y huevo poché. (Plato recomendado).
Lo primero que me llamó la atención de este plato es su intenso aroma a setas. Un foie fresco a la plancha de calidad, un huevo poché (cocinado a baja temperatura) y unas migas de perfecta textura (no es fácil encontrarlas así, aunque parezca mentira, siendo un emblema de nuestra gastronomía). Maridan a la perfección con un Blanco Cósmico Telescópico de Épila (Epilense de vinos y viñedos). Un plato que hace que aquello sea mucho más que unas migas, convirtiéndolas en alta gastronomía. Muy recomendable por su relación calidad-precio y sabor. Uno de los platos más demandados.

Anchoa del Cantábrico con hielo pilé y vasito de vermú.
Acompañada de una tostada de pan con tomate, algo tan sencillo como buen producto (para mí, las anchoas del Cantábrico son las mejores, sin duda) y hielo, para que esté bien fresca (algo que se agradece en verano). Liga perfectamente con el vermú casero, carnosa y sin espinas. Perfecta para refrescar el paladar gracias a esa cama de hielo pilé. 






Arroz con bogavante (media ración). (Plato destacado y recomendado).
Visualmente impecable, con el punto de arroz caldoso (se puede pedir también meloso), la calidad del producto es incuestionable y una clave fundamental para el resultado de este plato, que marida muy bien con un blanco portugués como el Covela blanco (D.O. Vinhos Verdes). Me ha parecido de diez, y por ello lo considero plato destacado y recomendado.Aroma y sabor intenso a marisco, con un bogavante carnoso y en su punto (al igual que el arroz) y una fabulosa almeja gallega.



Tataki de atún rojo de Cádiz. (Plato recomendado).
Últimamente están cada vez más de moda las preparaciones orientales en los pescados, y el tataki es una de ellas. Se trata de un filete de cierto grosor (mayor que el del sashimi), que no debe cocinarse mucho para que quede tierno y jugoso (debe conservar su tono rojizo). Si además de un perfecto punto de plancha, es un atún rojo de la zona de Barbate (el mejor de España), la diferencia es evidente con otros atunes. La cama de pisto de verduras y calamar troceado le va muy bien como guarnición. Unos brotes y flores (siempre son comestibles, no tengan dudas en esto) terminan de adornar el plato. Al ser un pescado con cuerpo, admite perfectamente un tinto algo bajo en alcohol, como un Borgoña tinto de la zona de Rhône. También un blanco fermentado en barrica le iría muy bien. Un plato que no deben perderse los amantes de la cocina oriental y su influencia en la mediterránea.
Lubina salvaje (media) acompañada de mejillón de roca y pisto de verduras. (Plato destacado)
Otro plato estrella que deseo destacar. Media lubina preparada al orio con buen aceite de oliva virgen extra y unos deliciosos mejillones de roca, muy frescos. El pisto de verduras caramelizadas le va a la perfección como acompañamiento, así como una parmentier de patata (aunque ya sólo con los otros dos acompañantes, sería un plato sobresaliente). Punto perfecto y sabor para un plato de pescado muy mediterráneo y sano. Visualmente impecable. De diez, tanto en textura como en sabor. Un monovarietal 100% viura, como el Capellanía de Marqués de Murrieta, sería un perfecto maridaje, con sus 20 meses de barrica, para otro de los pescados reyes y con cuerpo.
Steak tartare al aroma de calvados. (Plato recomendado).
Cuenta la leyenda que la caballería del sanguinario Gengis Khan "inventó", por decirlo así, este plato, al macerar con hierbas y algún licor los trozos de carne que quedaban troceados por el peso y el trote, al cabalgar, entre el caballo y la silla de montar. Leyendas aparte, un buen steak tartare bien hecho, no es fácil de hallar, y para mi. desde luego, es uno de los platos reyes de la gastronomía. La única salvedad (lo digo para los que les gusta la carne muy hecha, casi quemada) es que hablamos de carne macerada sin cocción alguna. La mezcla de ingredientes que lleva el steak tartare es imprescindible para su buen sabor final (y secreto de algunos de los mejores chefs), aunque su mayor belleza es contemplar su preparación en sala (algo que cada vez es menos usual de disfrutar). Acompañado de tostas de pan, una mantequilla de Sieso sin sal para untar (que le va muy bien) y mostaza de Dijon al gusto si el comensal desea añadir, este steak tartare raya sin duda a gran altura. Perfecto de nivel de frío y textura (la carne no debe salir atemperada, pues debe sostener su frescura en la mesa), revela como el resto de los platos una materia prima (solomillo de ternera) de primera calidad, así como una ejecución impecable en cuanto a su elaboración. hará las delicias de los amantes de la carne y, por ello, lo recomiendo sin lugar a dudas. Un tinto con carácter sería un buen acompañante, aunque también, por qué no, un cava o un blanco de poderosa barrica.

Remarcar aquí, que el restaurante Palomeque cuenta con una amplia variedad de referencias tanto de vinos blancos como de tintos, rosados, cava y champagnes, aparte de una extensa licorería. Además cuenta con un Coravin, un sistema casi mágico que permite servir vinos de altura por copas sin que haya que descorcharlas. Algo maravilloso que permite la tecnología de hoy día. En este sentido, la alta profesionalidad en sumillería de Miguel Arlés es una pieza clave en el servicio y asesoramiento del vino y licores, mientras el chef Fernando Mallenco oficia en los fogones. Una extensa carta de vinos de España, Portugal, Italia y Francia (que cuenta además con 30 referencias de cava y espumosos de California) que pueden degustarse en botella completa o por copas (salvo los espumosos).


POSTRE.
Tiramisú casero con nata (también casera) y cookies.



Un tiramisú casero bien elaborado. Tierno y cremoso, visualmente muy bien presentado y acompañadode una nata con el toque crujiente de los cookies que le da el contrapunto crujiente al plato. Los postres pueden acompañarse de un amplio surtido de licores de calidad (PX, mistelas, aguardientes, etc...). 



Como comentario final, he de decir que hay pocos lugares en los que la gastronomía se tome tan en serio y con tanta profesionalidad como en el restaurante Palomeque. Tanto la elaboración de los platos como el servicio del vino y licores, está cuidado al máximo nivel, pero sin estiramientos propios del riguroso servicio de otros tiempos. Los pescados y mariscos se tratan con mimo, pero también las carnes (con un excelente steak tartare) se tienen muy en cuenta, así como las tapas y su surtido en barra con platos, se podría decir, de alta gastronomía en miniatura. Su excepcional ubicación y terraza son si duda puntos fuertes a añadir con el buen tiempo. Un servicio muy eficaz y profesional hacen del Palomeque una experiencia gastronómica imprescindible y de alto nivel dentro de lo que ofrece una ciudad como Zaragoza. Cuidando también las elaboraciones en sala (algo que cada vez es más difícil de encontrar) de cara a que el disfrute del comensal sea aún mayor. El gran surtido de referencias en cuanto a vinos, cavas, espumosos y licores le otorgan además un plus añadido que el comensal exigente y avezado sabrá valorar. El servicio del café también está ciudado, y añade un broche con calidad y sabor. Por todo ello, considero que el  restaurante Palomeque debe estar entre los establecimientos recomendados por El Paladar Crítico, pasando además a formar parte de su sección especial de restaurantes destacados por su calidad y buen hacer gastronómico.Es un orgullo poder contar en la ciudad con lugares así que, desde luego, de cara al visitante foráneo de la ciudad, ponen la gastronomía de Aragón a gran altura. Enhorabuena. 
Restaurante Palomeque.
Ubicación y entorno: 9,5.
Ambiente y decoración: 9.
Cantidad: 9.
Calidad: 10.
Terraza: 10
Creatividad: 9
Servicio: 10.
Global: 9,5


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